Transcurría 2005 y Javier Mascherano había sido transferido al SP Corinthians (Brasil), a Josep Lluis Núñez le llegaba un ofrecimiento atípico: Josep Guardiola, que apuraba sus últimos cartuchos en Qatar, estaba a punto de firmar por River. José María Aguilar, presidente del club, reconoció que tenía todo acordado con el representante de Pep (Josep María Orobitg), pero que Leo Astrada, entrenador en ese momento, le bajó el pulgar alegando la larga inactividad que arrastraba Guardiola y por eso desaconsejaba su fichaje para sustituir al "Jefecito". Incluso el técnico del Manchester City reconocio en una visita a Buenos Aires, en el teatro Gran Rex esta anecdota, bromeando al recordar lo sucedido:
- "Cuando Mascherano se fue a Corinthians hubo un contacto con River pero yo estaba en las últimas. Así que en River acertaron".
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