
Un año después del incendente que hizo que Charly y Marcial, fueran
apartados del equipo. A Marcial, escudándose en sus 31 años de edad, se
le dio la baja, lo que provocó que Luis Aragonés no tardase ni un minuto
en convencer a Vicente Calderón para llevárselo al Atlético de Madrid. Y
en el Manzanares volvió a dar muestra de esa calidad extraordinaria.
Entre todo eso faltaba, claro, su retorno al Camp Nou. Una lesión, que
le mantuvo fuera de los campos durante un mes y medio en los inicios de
la temporada 1977/78 impidió su presencia en el Barça-Atlético Madrid de
la cuarta jornada, que se decidió con un solitario gol de Johan Cruyff,
y no fue hasta la siguiente campaña que, por fin, Marcial volvió a
jugar en el Camp Nou, esta vez como rival. Fue en la jornada 12, el 3 de
diciembre de 1978, a las cinco de la tarde. El Barça había ganado los
siete partidos oficiales jugados en casa (cinco de Liga y dos de Recopa)
sin que Artola encajase un sólo gol, y marcando 22. Nefasto como
visitante (una victoria, un empate y cinco derrotas), el Barça post
Cruyff de la temporada 1978/79 había convertido el Camp Nou en un
auténtico fortín. Hasta que llegó el Atlético de Ferenc Szusza (que dos
jornadas antes había relevado a Luis Aragonés). Era el Atlético de Luis
Pereira, del "Ratón Ayala", Eugenio Leal, Rubén Cano… Y Marcial Pina.
Ausente el "Mágico" Leivinha por lesión, aquella tarde el Atlético, que
no ganaba en Liga en el Camp Nou desde noviembre de 1969 (curiosamente
el primer año de Marcial en el Barça), asaltó a lo bestia lo que hasta
entonces había sido un fortín. Pitado sin disimulo ni piedad por la
afición del Barça, Marcial, con el diez a la espalda, no se dejó
intimidar por nada ni por nadie. Ni Sánchez, ni Zuviría ni Olmo ni nadie
fue capaz de frenar al rubio asturiano, que dirigió con maestría la
victoria colchonera por 2-4, marcando el 0-2 y el 1-4 con sendas faltas
magistrales para convertir los pitos en silencio primero y, al final, en
tímidos aplausos de aquella hinchada que le había admirado en el
pasado.
- "¿Hay diferencias entre Szusza y Michels?", le preguntaron después los periodistas.
- "Es como comparar a Dios con un gitano", contestó el asturiano, quien
admitió sentirse, "Triste" por los pitos del recibimiento y no dejó
escapar la ocasión de recordar que en los ocho años que había jugado con
el Barça se había entregado en cuerpo y alma por el equipo. Había
pagado los platos rotos por una juerga en Madrid. Rexach, por su
"pedigrí" como jugador de la cantera, y Neeskens, (se dijo) por sus
"padrinos" (Johan, Michels y Montal), salvaron la cabeza pero él se vio
forzado a marcharse. Y 21 meses después de aquella noche con Bárbara
Rey, Marcial disfrutó de su dulce y particular venganza.
03-12-1978 (Barcelona)
FC Barcelona - Atletico de Madrid 2-4
Barcelona: Artola, Zuviria, Migueli, De la Cruz (Bio), Neeskens, Sanchez, Heredia, Krankl, Asensi, Rexach.
At. Madrid: Navarro, Marcelino, Capon, Guzman, Pereira, Eusebio, Leal, Ayala (Ruiz), Ruben Cano, Marcial, Rubio.
Goles: 0-1 Ayala (f), 0-2 Marcial, 1-2 Krankl (p), 1-3 Ruben Cano (p), 1-4 Marcial, 2-4 "Tente" Sanchez