En junio de 1961, Enrique Llaudet accede a la presidencia, tras unas elecciones en las que gana apretadamente (122 a 98, sólo votaban los socios compromisarios) al joyero Jaume Fuset (Llaudet era empresario textil, en línea con la tradición de los presidentes del Barça). Se encuentra el club en una situación económica casi de bancarrota, y eso que la Gestora de transición entre la salida de Miró Sans y las elecciones había vendido (de acuerdo con ambos candidatos) a Luis Suárez al Inter por 25 millones. Pero el Barça arrastra el costo de la construcción del Camp Nou, y tiene el viejo campo, Les Corts, parado, sin más uso que el que le da el equipo de baloncesto, que venía jugando en un espacio habilitado debajo de un graderío.

Y Llaudet toma una decisión drástica, entre otras: cierra la sección de baloncesto, que aunque seguía figurando como amateur se estaba profesionalizando de forma perceptible. La nota del club para justificar la decisión es inequívoca:

- "En el Barcelona sólo queremos deportistas que quieran defender sus colores por el mismo honor que ello representa, que estén dispuestos a pagarse el tranvía de sus desplazamientos, las zapatillas y el equipo. Bajo estas condiciones nosotros no les cerramos la puerta"

Los grandes jugadores que había reunido se dispersan. Buscató y los hermanos Martínez pasarán al Aismalíbar, Bonareu se retira… Sólo sigue Joan Canals, del que Buscató y Bonareu hablan con admiración todavía hoy por aquel gesto. Internacional (24 partidos llevaba), prefiere quedarse en el Barça sin cobrar nada (se entiende que pagándose hasta el tranvía y la ropa) y jugar con muchachos de verdad amateurs, entre los que se encuentra Valbuena, que luego despuntará como jugador
Aquella decisión le provocó al Barça un retraso de decenios en la Sección de baloncesto, lo cual provocara que el equipo blanco se convertiera en estandarte de este deporte en España