
El 27 de julio de 1968, en la somnolencia del verano de 1968 sufrió una
brusca sacudida cuando trascendió en la prensa una frase de Santiago
Bernabéu:
- "Me gusta Cataluña y la quiero, a pesar de los catalanes".
El presidente del Real Madrid, que todavía no había digerido la derrota
de su equipo en la final de "Copa, la de las botellas", hizo unas
polémicas declaraciones en Santa Pola (Alicante), donde se encontraba de
vacaciones, a Murcia Deportiva, a un periodista llamado Antonio
Montesinos
Parecía una entrevista más, pero que hizo saltar una bomba inesperada
cuando el periodista le preguntó por el inminente traspaso de Lico,
jugador del Elche, al Español. El club barcelonés tenía entonces como
presidente a Vila Reyes, empresario barcelonés que acabaría mal, ahogado
por el llamado caso Matesa, uno de los grandes escándalos del
franquismo. En esos días estaba gestando un equipo grande, aquel de la
delantera de los delfines: "Amas, Rodilla, Re, Marcial y José María".
- "¿Sabe, don Santiago, que Vila Reyes ofrece 11 millones de pesetas,
Ramírez y un partido en Altabix pagando el Español los gastos a cambio
del volante del Elche? ¿Qué le parece la operación?"
- "Cuando un señor dispone de dinero y quiere emplearlo con generosidad
al servicio de su club, me parece estupendo. Ese es el caso de Vila
Reyes. A Vila Reyes yo le admiro. Sólo por presidir en Cataluña un club
que lleve el nombre de Español ya es digno de admiración. Y no están en
lo cierto los que dicen que no quiero a Cataluña. La quiero y la admiro a
pesar de los catalanes".
"Murcia Deportiva" era una revista semanal de difusión estrictamente
local, pero era difícil que aquello no saliera de allí. Y,
efectivamente, la semana siguiente "Barcelona Deportiva" reprodujo estas
declaraciones, lo que les dio difusión nacional. Aun con eso, el tema
del catalanismo era tan tabú todavía en aquellos años que la propia
prensa de Barcelona se contuvo dos días. Pero el estallido en la calle
llevó a "Tele-Exprés" (diario vespertino entre 1964 y 1980), el primero
que se lanzó, a un duro editorial el 7 de agosto, en contra de Bernabeu.
El día siguiente le secundaban "La Vanguardia", "El Noticiero" y "La
Solidaridad," éste de la Prensa del Movimiento. En Madrid, "Arriba",
cabecera de la cadena Prensa del Movimiento, publicó una durísima
crítica de la pluma de Gabriel Cisneros, consejero del Movimiento. El
resto de la prensa madrileña estuvo condescendiente con Bernabéu y hasta
cierto punto burlona o al menos despectiva con la reacción en
Barcelona.