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dilluns, 27 de juliol del 2009

Cap. 609: Caso Di Stefano (II)


ARTÍCULO CRONOLÓGICO
Madrid, domingo 6 de julio de 1952: Si se ficha a Di Stéfano, el Barça de Kubala será el mejor equipo del mundo. Quizá con ello podrán borrarse las humillaciones que desde 1939 viene sufriendo el club por parte de todos los organismos públicos franquistas, especialmente de la Federación española. Barcelona, miércoles 13 de mayo de 1953: Horas más tarde, en su domicilio, escribe Ramon Trias Fargas (abogado barcelonés que gestionó en Colombia el fichaje de Di Stéfano) una carta aclaratoria a su progenitor: "Como ya sabrás, el FC Barcelona ha logrado un acuerdo con el jugador de fútbol Di Stéfano y con el club argentino al que pertenece, el River Plate. Al parecer, también andaba tras suyo el Madrid pero el Barça ha llegado primero. El fútbol en este país se ha convertido en algo muy importante por ser la única manifestación colectiva en que puede expresarse el regionalismo. Y de ahí el problema, Di Stéfano es, hoy por hoy, un asunto nacional. Por eso el telegrama en clave, los teléfonos están intervenidos por orden de Madrid y debe llevarse todo como si de un asunto de Estado se tratara (texto original estaba en catalán por las filtraciones que pudieran haber)". Barcelona, domingo 17 de mayo de 1953: A Di Stéfano le preocupa más el artículo que ha leído en ABC de Madrid, firmado por Lorenzo López Sancho y titulado "Buenos días, Sr. Di Stéfano": "Hoy llega al aeropuerto de Barajas un profesional del fútbol más conocido por sus frecuentes incumplimientos de contrato, fugas espectaculares, faltas a la palabra empeñada y absoluta ausencia de poder profesional y moral. Se llama Di Stéfano (...) Nosostros no vamos a comentar su caso como futbolista avezado en quebrantar contratos tras embolsarse dinero. Ello es del dominio de las publicaciones que cultivan la "serie negra" y narran con lujo de detalles las peripecies y andanzas de trapisondistas y estafadores (...). Al fin y al cabo, ese sujeto viene a España a quitarle su puesto, en Barcelona, a un jugador español, pues no creemos que los directivos catalanes vayan a quitar a Kubala, el irritante niño mimado (...). Felicitamos nosotros a ese gran caballero que es D. Santiago Bernabéu, presidente de un club de nobleza y señorio, que, aún deseando, como es público y notorio, lo mejor para su Madrid del alma, jamás recurrirá a enrolar en él a indeseables de la categoría de ese trotamundos contratado por los millones del poderoso club catalán". (Asi hablaba la prensa de Madrid del jugador) Buenos Aires, jueves 25 de junio de 1953: Pere Aguilera firma a la izquierda del documento. (...) Pere Aguilera es el representante del Barça ante el River Plate; cuyo presidente, Enrique Pardo, junto con el secretario, Julián Wiliam Kent, firman a la derecha de la hoja con el membrete del club argentino. El sencillo contrato, en el primer apartado, cede definitivamente al Barça los derechos del jugador Di Stéfano; (...) Para Narcís de Carreras y Samitier, la firma de este sencillo folio supone la segunda gran victoria. El primer paso ya se había dado el 17 de mayo, cuando Di Stéfano llegó a Barcelona dispuesto a quedarse. Hoy se ha dado el segundo gran paso: el River Plate ha cedido sus legítimos derechos. (...) Ni toda la alargada sombra de los paladines del franquismo (Federación española, Real Madrid, etcétera) sobrevolando la operación parece capaz de deshacerla Bogotá, sábado 4 de julio de 1953: Ramon Trias Fargas ha llegado a Bogotá con una misión clara y decisiva: firmar la paz con el Millonarios . Si lo consigue, el asunto Di Stéfano habrá concluido. Dentro de dos meses lo veremos en Les Corts marcando goles junto a Kubala. De hecho, ya le hemos visto vestir la camiseta azulgrana en un par de amistosos, el último frente al Palafrugell. Bogotá, jueves 9 de julio de 1953: El ambiente en la capital colombiana es totalmente antibarcelonista. El abogado (Trias Fargas) lleva cinco días calmando los ánimos, (...) En estos cinco días, Trias ha chocado con Alfonso Senior, presidente del Millonarios . (...) Pero cuando ya está desesperando recibe la buena nueva: Senior ha decidido olvidar los repoches y considera llegada la hora de los negocios. (...) No es fácil. Un periodista de Madrid, de apellido Rozón, ha informado al presidente del Millonarios que el FC Barcelona ha abonado cinco millones de pesetas al River Plate argentino y que aún dispone de otros siete millones para cerrar los flecos de la operación. Con esta falacia de por medio, el colombiano se descuelga pidiendo nada menos que 40 000 dólares más los 5 000 que dejó pendientes Di Stéfano. Bogotá, viernes 10 de julio de 1953: Por iniciativa propia y "considerando precipitada la negativa del presidente Martí Carreto", Trias decide reanudar las negociaciones con Alfonso Senior, quien finalmente cede: Alfredo Di Stéfano se puede ir libremente al FC Barcelona, sin oposición del Millonarios , (...). Trias rebosa entusiasmo y pide conferencia telefónica con el hotel El Pinar de Caracas para transmitirle la buena nueva a Martí Carreto, (...). El presidente consulta con alguien que está a su lado: "Es imposible, Trias. No hay nada que hacer. No podemos aceptar." Bogotá, sábado 11 de julio de 1953: El abogado reconoce que siente vergüenza por la actitud oficial del presidente azulgrana. Senior le lanza un dardo: "Por algún motivo que se me escapa, el Barcelona no quiere arreglar las cosas". (...) Trias, que se ha pasado la noche dándole vueltas a las mismas preguntas: ¿quiere Martí Carreto fichar a Di Stéfano, o no? ¿Le presiona alguien desde Madrid? Pero esta mañana, el abogado catalán realiza una nueva vuelta de tuerca: la deuda que dejó Di Stéfano también queda olvidada. (...) Basta con jugar un partido y Di Stéfano será culé. Madrid, jueves 16 de julio de 1953: El periodista Rozón descuelga el auricular y pide a la operadora línea con Bogotá. (...) Rozón le ofrece a Alfonso Senior 30 000 dólares por el fichaje de Di Stéfano. La oferta se realiza en nombre del Real Madrid, por expresa autorización de Santiago Bernabéu. (...) La oferta del Madrid lo ha noqueado (Trias Fargas), pero su enorme capacidad de raciocinio le hace valorar tres hipótesis: la primera, que se trata de una estratagema del propio Senior para obligar a aumentar la oferta azulgrana. (...) El abogado le plantea a Senior su segunda hipótesis, la que da por cierta: "Es una maniobra del periodista, con o sin autorización del Madrid, para continuar su campaña contra el Barça en Colombia". Y le recuerda que no tiene sentido que el Madrid haga una oferta en serio: "El Barça tiene adquiridos en firme los derechos del River y es absurdo que el Madrid ofrezca una suma tan enorme de dinero por el mero gusto de privar al Barça por el plazo de un simple año". Madrid, viernes 24 de julio de 1953: El diario Marca de hoy publica una entrevista concedida por Di Stéfano en Barcelona: "Estoy harto de los manejos del Millonarios . Yo quiero jugar con el Barcelona. A eso he venido". Madrid, martes 28 de julio de 1953: Alfonso Senior se ha reunido con Santiago Bernabéu. El presidente del Millonarios de Bogotá ha cedido los derechos de Di Stéfano al Real Madrid. Barcelona, jueves 30 de julio de 1953: La Junta directiva del Barça requiere la intervención de la Real Federación Española de Fútbol, que preside Sancho Dávila, para que denuncie el traspaso ilegal del jugador argentino por parte del Millonarios , dado que el club colombiano no dispone de la preceptiva autorización del River Plate Barcelona, jueves 6 de agosto de 1953: (...) Y Kubala ha encabezado el triunfo en la Copa, tras humillar al Madrid por 8-1 y ganar al Athletic (2-1) en una final que la prensa española ha calificado como "cruzada" y cuyo resultado, favorable a los azulgrana, ha provocado una inmensa pitada en el Bernabéu cuando el Caudillo le ha concedido su trofeo al capitán Gonzalvo III. Esa misma prensa no hace mucho le decía a Ladislao Kubala que "en España no necesitamos jugadores hechos en el comunismo". Laszi se había bautizado para poder acceder a la nacionalidad española, lo que hizo escribir a El Correo Español-El pueblo Vasco que "ahora, por lo visto, se puede ser español por treinta dineros". Prensa feroz, como ese Marca que al terminar la Liga decía: "El Barcelona es una asociación de chulos y maleantes venidos de las quimbambas a comer nuestro pan de la hospitalidad española".
Barcelona, viernes 7 de agosto de 1953: Pere Aguilera ha cerrado la operación con el River Plate. (...) "El Club de Fútbol Barcelona declara por la presente que da por incorporado real, física, jurídica y efectivamente al jugador Alfredo Stéfano Di Stéfano, siendo de su exclusiva responsabilidad las consecuencias de toda omisión o requisito que deberia llegarse con cualquier club, Asociación nacional y/o extranjera y con el propio jugador".
Buenos Aires, viernes 7 de agosto de 1953: El River Plate confirma al Barça que "nos es particularmente grato dirigirnos a Vd. a efectos de llevar a su conocimiento que la Comisión Directiva ha resuelto otorgarle el pase del jugador Alfredo Stéfano Di Stéfano, para que en los sucesivo pueda actuar por esa prestigiosa entidad amiga".
Madrid, jueves 13 de agosto de 1953: Andrés Ramírez, secretario general de la Federación Española de Fútbol, humedece en tinta el sello oficial de la entidad. El documento que acaba de firmar y que ahora certifica con el sello federativo es el justificante de recepción de la comunicación que hace el Barça sobre el fichaje de Di Stéfano. Madrid, sábado 22 de agosto de 1953: Interviene la Delegación Nacional de Deportes, hace unos minutos acaba de comunicar, mediante circular, la prohibición de contratar futbolistas extranjeros profesionales. (...) ahora los poderes fácticos del franquismo se mueven con celeridad: si Di Stéfano no puede jugar en el Real Madrid, desde luego no lo hará en el Barça.
Madrid, domingo 23 de agosto de 1953: Josep Samitier ha viajado a Madrid de urgencia. Le recibe Sancho Dávila, presidente de la Federación Española de Fútbol, que escucha amablemente los argumentos del barcelonista: puesto que el fichaje de Di Stéfano es del 13 de agosto, el Barça entiende que la prohibición de contratar extranjeros dictada ayer no se de aplicación en el caso del futbolista argentino. Barcelona, lunes 24 de agosto de 1953: El Barça no se fía y decide recurrir a la FIFA para que intervenga. Siguiendo el conducto reglamentario, y una notable -e ¿involuntaria?- inocencia, Eusebi Llensà, secretario del club, envía un dossier completo con toda la documentación oficial a la Federación española, vía Federación catalana, para que la curse a la FIFA en vez de mandarlo directamente al máximo organismo mundial. Barcelona, jueves 27 de agosto de 1953: Eusebi Llensà abre el sobre que, con membrete de la RFEF, acaba de llegar al club. Sin mediar respuesta, la Federación española le ha devuelto el dossier y se niega a remitirlo a la FIFA. Ahí está toda la documentación que hace apenas tres días el Barça mandó con destino a la Federación internacional. ¿Toda? No, falta un papel trascendental: el justificante federativo de recepción del fichaje de Alfredo Di Stéfano. A mediodía, un indignado telegrama del Barça concede 24 horas a la Federación española para que el documento sea devuelto al club. En caso contrario, el Barça presentará una querella por hurto contra la RFEF. Barcelona, viernes 28 de agosto de 1953: Eusebi Llensà abre el sobre que, con membrete de la Real Federación Española de Fútbol, acaba de llegar al club. Ahí está el documento perdido y una nota de Andrés Ramírez, secretario federativo, que alega "lamentar el extravío a causa de una distracción". Madrid, miércoles 9 de septiembre de 1953: Andrés Ramírez abre el sobre que, con membrete del Real Madrid, acaba de llegar a la Federación. Es una carta en la que Santiago Bernabéu solicita de la RFEF permiso para fichar oficialmente a Di Stéfano, a quien se refiere como "nuestro jugador". El presidente blanco alega que los acuerdos con el Millonarios de Bogotá son "anterior a la prohibición de contratas de extranjeros". Madrid, martes 15 de septiembre de 1953: Como cada día desde hace 14 años, hora tras hora, Radio Nacional emite "el parte". La noticia de hoy es que la Federación española ha dictado "justicia salomónica" al autorizar que Alfredo Di Stéfano juegue cuatro años en el fútbol español: las temporadas 1953-54 y 1955-56 en el Real Madrid, y las temporadas 1954-55 y 1956-57 en el Barça. La comisión federativa se compone de 17 miembros: uno del Barça (Ricard Cabot); dos ex presidentes de la Federación centro; dos del Atlético de Madrid (incluido su presidente); y 12 del Real Madrid o su filial, incluidos el actual secretario de la directiva madridista, el abogado del club, el hijo del fundador del Real Madrid, un ex jugador blanco, un socio fundador y un ex presidente del club?Desde el Real Madrid se emite una nota de satisfacción hacia el acuerdo de tan ecuánime comisión "por la justa reolución del caso". El documento federativo es extenso, pero quizá lo más importante -además de dividir en dos al futbolista, saltándose todas las legitimidades legislativas- sea el encabezamiento, que dice así: Reunidos en Madrid, el 15 de septiembre de 1953, el Sr. Santiago Bernabéu de Yeste, como presidente del Real Madrid CF, y el Sr. Enrique Martí Carreto, como presidente del Barcelona CF, en presencia del Sr. Armando Muñoz Calero, miembro del comité ejecutivo de la Federación Internacional de Fútbol Asociación, para tratar de la situación planteada entre los clubes respectivos que representan en relación con el jugador argentino Alfredo Di Stéfano, ACUERDAN? Es decir, la decisión no se reviste de acuerdo interno de la RFEF, sino de pacto entre ambas partes bajo la atenta mirada de un "mediador neutral". No hay duda de que Martí Carreto, que según algunos rumores se vio en privado con Bernabéu en Madrid hace unos días, no ha tenido demasiado margen de maniobra vistas las "libertades y el respeto a la ley" que impera en España en esta época. Pero de ahí a estampar su firma y rúbrica en el documento más vergonzoso de la historia del fútbol barcelonista, español y quizá mundial? Madrid, sábado 19 de septiembre de 1953: El teniente general Moscardó, (...), preside la delegación Nacional de Deportes, máximo organismo español en materia deportiva. Y hoy anuncia que Alfredo Di Stéfano, pese a ser extranjero, no se ve afectado por la normativa del pasado 22 de agosto que prohíbe el fichaje de futbolistas foráneos. Otra vuelta de tuerca. Barcelona, lunes 21 de septiembre de 1953: El escándalo es tan monumental que la Junta directiva azulgrana en pleno dimite a media tarde. (...) ningún directivo especifica sus razones salvo uno, el mismo que a lo largo de todo el proceso adopta actitudes diferenciales y sorprendentes: el presidente Martí Carreto, que alega "motivos de salud". Barcelona hierve de indignación. Ramon Trias Fargas reflexiona sobre toda la operación. (...) ¿Por qué dimite hoy Martí Carreto, seis días después de firmar personalmente el escandaloso documento? ¿Ya no está de acuerdo? ¿O nunca lo estuvo, pero no se atrevió a expresarlo? ¿O sigue estando de acuerdo, pero debe enmascararlo? Tendrían que transcurrir 23 años para que Narcís de Carreras explique que, para entender la actitud de Martí Carreto, hay que valorar el chantaje que sufrió por parte de la Dirección General de Aduanas por el hecho de haber sacado del país los millones del pago por Di Stéfano al River Plate sin autorización. El periodista Lluís Permanyer explicará, también en 1980, que el chantaje a Martí Carreto lo efectuó Armando Muñoz Calero, miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, con el argumento de que el Barça había pagado un millón más de dólares al River Plate que lo especificado en el contrato y que ese millón había sido abonado en dólares comprados en el extranjero, sin declararlo a la Fiscalia de Tasas. Con el general Moscardó al teléfono, Muñoz Calero le había dicho a Enric Martí Carreto que iban a investigar a fondo la empresa textil que poseía.
Madrid, jueves 1 de octubre de 1953: (...) Hace quince días que en el fútbol español ha comenzado también otra era. La Federación española ha partido en dos al futbolista Alfredo Di Stéfano. No importa el derecho, la ley, las normas internacionales ni los contratos privados. Aquí lo que interesa es evitar que el Club de Fútbol Barcelona (denominación de la época) no se refuerce hasta niveles insospechados y se convierta en el mejor equipo mundial. Sí a Kubala, aunque después de meditarlo mucho y sólo porque el fichaje del húngaro mostraba palpablemente "la maldad intrínseca del comunismo internacional". Pero no a Di Stéfano. El tándem sería explosivo, catalizador de un barcelonismo al que no se podían dar más alas y sepulturero de un Real Madrid en horas bajas. Madrid, viernes 23 de octubre de 1953: Hace ya un mes que el Barça es regido por una comisión gestora designada directamente por la Federación Española de Fútbol. Entre sus miembros está Enrique Piñeyro, marqués de la Mesa de hasta, presidente del FC Barcelona al término de la guerra civil. (...) Este marqués forma parte de la comisión gestora que, de la mano de Josep Vidal-Ribas, firma hoy con Santiago Bernabéu la renuncia expresa de todos los derechos del Barça sobre Di Stéfano en favor del Real Madrid a cambio de 4 400 000 pesetas. El jugador ya era blanco en virtud del "acuerdo" de 15 de septiembre, pero a partir de hoy ya jamás será del Barça. Nunca una Junta Gestora ha podido traspasar a un jugador, pero aqui se acepto y eso cambiaria la historia del futbol nacional

Cap. 609: Caso Di Stefano (I)

Para hablar del caso Di Stefano, tendríamos que remontarnos hasta la temporada 1951/52. .En aquella temporada el Real Madrid cumplía sus Bodas de Oro y para celebrar el acontecimiento, el presidente Santiago Bernabéu concertó un trofeo triangular en el que el equipo jugaría con el IFK Norkoeping y el Millonarios de Bogotá. En el equipo colombiano jugaba entonces Di Stefano que marcó dos goles en la final al equipo anfitrión y maravilló con sus maneras de cracks desconocidas para el público madridista que llenaba el estadio. La sorpresa y la admiración por aquel espectacular jugador también afectó a Santiago Bernabéu que dio la orden inmediata de proceder a su fichaje. Es necesario, para entender la magnitud del affaire, que nos traslademos a aquella época de postguerra, penuria económica y falta de ilusión. El Madrid no era ni de lejos lo que es hoy. El Barcelona había pasado por dificultades pero sin duda era uno de los equipos dominantes del Estado junto con el Athletic y el Atlético de Madrid. La distancia entre Barça y Madrid era realmente significativa a favor de los catalanes, mejor organizados, más propensos a la modernidad y con una situación de club jerárquicamente superior. Sólo un dato: el Madrid llevaba 20 años sin ganar la liga y no era nadie en el fútbol mundial o europeo. El Barcelona a través de Pep Samitier ya había realizado profundos seguimientos del jugador y todos los informes eran muy favorables, viendo en él al crack mundial que junto con Kubala llevara al Barcelona a dominar el fútbol europeo durante mucho tiempo. Y su mejor organización deportiva hizo que rápidamente llegara a un acuerdo con el propietario de los derechos del jugador, el River Plate argentino, club con el que Di Stefano debutó el 15 de julio de 1945 (Huracán 2 -River Plate 1), con 19 años. River había cedido al jugador en 1949 a Millonarios de Bogotá (previamente lo cedió al Huracán una temporada en 1946), donde estuvo 3 años. Allí realizó su mejor fútbol en América disputando 249 partidos y marcando 267 goles (nada más y nada menos). Tras el torneo de las bodas de oro del Madrid y ante el interés que Santiago Bernabéu había tomado en ficharle, los barcelonistas se apresuraron a cerrar legalmente el acuerdo con River. Y así fue. Todo estaba aparentemente bien atado. Sin embargo aparecería la imagen de Bernabéu y el saberse respaldado por el poder político, hizo que el Madrid forzara un acuerdo con Millonarios para fichar al jugador a pesar de saber que éste objetivamente poco valor jurídico tendría al no ser este club colombiano propietario de sus derechos federativos. Pero el hecho de que el fútbol colombiano no estuviera dentro de la FIFA y que el jugador consintiera en firmar también con el Madrid, fueron los argumentos más que suficientes para que el club presidido por Bernabeu pudiera reclamar con éxito ante la desgraciadamente famosa Delegación Nacional de Deportes (autoridad deportiva del régimen franquista, y que presidía el General Moscardó). Asímismo existía un argumento a favor del dirigente blanco de un gran peso político para obtener en propiedad al jugador: ver un club catalán ideológicamente apartado de la consigna política imperante y obligada, ya poderoso de por sí, con un crack mundial de la proyección y resonancia mundial de Di Stefano, junto con otros como Kubala, podría hacer del Barça el producto más exportable de un país con un régimen que luchaba por conseguir reconocimiento y prestigio internacional, y que defendía unos valores radicalmente opuestos a los que todo el mundo sabía que el barcelonismo ejemplificaba, está claro que no resultaría una visión agradable para la dictadura. Por ello se debía crear un equipo alrededor de este nuevo fenómeno del fútbol, y que ese equipo estuviera asentado en la capital del régimen, dirigido por un excombatiente de los nacionales, y que particpó en el frente de Catalunya y que no levantaria sospechas en cuanto a la bandera que esgrimiría y los valores que defendería, y todo ello con un apoyo mediático absoluto, y transformarlo en el reflejo amable y triunfador de un régimen político "sólido y justo", que además tuviera efectos alucinógenos sobre la desgraciada y castigada, por tantas calamidades, población española (el circo y el pan del Imperio Romano) utilizando el fútbol como droga social y estandarte de éxito y imagen de apertura, lo que acabaría por resultar una idea demasiado atractiva para las autoridades franquistas. Es una lectura política que debería estar alejada de lo que es la deportiva, pero que en el caso Di Stefano, desgraciadamente, puede explicar de manera clara su desafortunada resolución final. Lo cierto es que nos encontramos que, en 1953, existía una duplicidad de contratos. Cuando en la primavera de 1953 aterrizó en el aeropuerto de Barcelona, nadie dudaba que Alfredo iba a vestir de blaugrana. De hecho, se cuenta que nada más bajar del avión, un periodista le inquirió: "Alfredo, ¿por quién has firmado?". El argentino contestó: "por mi amigo Samitier". Las reclamaciones de Barça y Madrid en defensa de sus respectivos derechos sobre el jugador llegaron a la Delegación Nacional de Deportes. Mientras ésta "deliberaba" sobre la disputa, Di Stefano pudo jugar 3 amistosos con el Barça junto con su amigo del alma, el azulgrana Ladislao Kubala (Alfredo siempre le llamó "mi hermano" ). El General Moscardó, representante de la autoridad deportiva de la época, falló de manera sorprendente y vergonzosamente ridícula que el jugador jugara en ambos clubes, alternando una temporada en uno y otra en otro. El presidente azulgrana, Enric Martí, decepcionado por tal decisión, renunció con tristeza e impotencia a tal "resolución", y fustigado por un sinfín de presiones presentó su dimisión irrevocable, a cambio de que el Madrid pagara al Barça una compensación económica por los gastos originados en el fichaje frustrado de Di Stefano. Y así se comenzaría a escribir la Historia, el Madrid comenzó su etapa más triunfal ganando la liga de la temporada 1953/54, y que ganaria en los siguientes 21 años hasta 15 trofeos de liga y eso ¡¡tras 21 años de sequía de títulos!!, a la que seguirían muchísimos trofeos más. Una Historia tantas veces distorsionada y que la intervención política se encargó de torcer para siempre. Un acto que el barcelonismo recuerda con tristeza y que llama "gran afrenta histórica"; y que el madridismo evoca con gozo para llamar "inicio del victimismo barcelonista". Debemos recordar que hasta aquel año de 1953, España seguía siendo un pais que vivía casi encerrado en sus fronteras y que dos firmas una con la Santa Sede y otra con los USA, hicieron que España tuviera que aportar una abertura hacia Europa y hacia el Mundo y eso solo se podía hacer con un deporte rey en Europa y con equipo que fuera fiel al regimen y ese no podía ser un equipo que estaba en la periferia ni tampoco que abogaba su catalanismo. Posiblemente se me acuse de victimismo, no me extraña. Pero me gustaria que mirasen que era el "Pacto de LIma" por el cual se reconocía que los clubs propietarios de los transfer, "cedian" a sus jugadores a los clubs colombianos y por lo tanto estos no eran sus propietarios. Pero parece ser que eso se ha borrado en la historia