La lucha por hacerse con Neymar, presumiblemente el gran fichaje del próximo verano junto a Bale (Tottenham), se está intensificando estos días entre los grandes clubs europeos. La batalla, con poca trascendencia mediática por la discreción de los movimientos, está en su momento álgido y, aunque el Barça mantiene un acuerdo con el jugador según el cual si el crack lo incumpliera tendría que abonar una indemnización altísima (80 millones de euros), el Real Madrid y otros clubs grandes como el Manchester City y el Bayern de Munich, no tiran la toalla.
Florentino Pérez, que acarició en su día este ansiado refuerzo (un médico del club blanco fue enviado hasta Brasil para realizar la pertinente revisión médica), ha hecho recientemente un nuevo acercamiento al jugador a través de su entorno doblándole la ficha que le ofreció en esa primera intentona. El presidente del Real Madrid no considera por tanto que Neymar esté perdido del todo y trata de jugar sus últimas cartas condicionado probablemente por las elecciones a la presidencia de la entidad 'merengue', que se deben celebrar este verano. Florentino, muy proclive a los golpes de efecto en tiempo preelectoral, necesita un nombre que vender al madridismo ante la probable marcha de su entrenador, José Mourinho, y la cada vez más lejana renovación de su jugador franquicia, Cristiano Ronaldo.
El Barça asiste a estos movimientos subterraneos con tranquilidad, seguro de que la voluntad de Neymar sigue siendo firme (así lo atestiguan sus declaraciones, en las que continúa alabando el juego del equipo azulgrana y en especial el de Messi, su máxima estrella) y convencido de que, en caso de cambio de opinión, el premio de consolación en forma de dineral compensatorio servirá para mitigar el disgusto. Los 10 millones adelantados para apuntalar el fichaje (contemplados en la memoria económica del club) son una garantía de que el Barça, ante cualquier desenlace, nunca acabará perdiendo. El Barça, gracias a sus hábiles movimientos, liderados por Sandro Rosell y puestos a la práctica sobre el terreno por Raül Sanllehí, pieza clave en la operación, tiene en ese sentido las espaldas cubiertas.
Además del Real Madrid, otros clubs como el City y el Bayern están muy pendientes de la situación de Neymar. De hecho, en el caso del City, Txiki Begiristain ha puesto encima de la mesa del jugador y de su entorno un cheque en blanco para intentar seducirles. Una cita que se celebró en un restaurante de Londres y de la que informó en exclusiva MD. En primera instancia, Txiki había viajado a Brasil a interesarse por la situación del crack, y al saber que el Barça lo controlaba aseguró al entorno de Neymar que se retiraba. Sin embargo, poco después se desdijo de esas palabras e hizo la intentona antes referida
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