Cathonys

Cathonys
Mushofutbol

dimecres, 28 de juliol del 2010

Carta de Xavier Sala i Martin

Traducción literal (del articulo/carta de Sala i Martin, sobre la deuda de 77 millones)
He leído que la nueva junta directiva del Barça ha decidido que la liga 2009/10 se tiene que contabilizar como el primer trofeo de la era Rosell y no como el número 69 de la era Laporta. ¿Por qué? Pues porque, según dice el vicepresidente Javier Faus, los títulos no se contabilizan el día que no se acaba la liga (cómo se hacía hasta ahora) sino el día que se entrega el trofeo. Y como la copa de la liga no se entregará hasta finales de 'Agosto, una vez Rosell es presidente, pues ha decidido (unilateralmente) que la liga se ha ganado durante su presidencia. Incluso ha encontrado un auditor que justifica esta estrategia y dice que como las copas se pueden contabilizar el día que te ganas ... pero también el día que las recibes, pues la nueva junta ha decidido "siguiendo criterios de prudencia" apuntarse la liga del 2010 ... ¡y es que uno tiene que ser prudente, no fuera que la copa fuera robada antes de ser entregada! ¡Jugada maestra si uno quiere aumentar currículum sin hacer nada!
Bien. Lo confieso: esta noticia es falsa. Pero tenéis que confesar que si fuera de cierta, sería graciosa. Bien, quizás no graciosa sino triste, absurda y patética. Pues bien, así de triste, absurda y patética es la noticia que ayer protagonizó Javier Faus cuando dijo que unos auditores habían rehecho las cuentas del Barça y que habían "descubierto" que el Barça tenía unas pérdidas de 70 millones y no unas ganancias de 11 millones tal como habíamos dicho nosotros a la rueda de prensa del 30 de Junio.
¿Cómo puede ser?, os preguntaréis la mayoría. De +11 en -77 hay una diferencia de 88 millones. ¿Cómo pueden los resultados cambiar de una manera tan flagrante? Si lo miramos con detenimiento, el que hace Faus es exactamente el qué he dicho con el ejemplo de la copa: se apropia de los éxitos económicos de la anterior junta directiva a base de decir que algunos de los ingresos que obtuvimos nosotros, en realidad, se los tienen que contabilizar ellos (y algunos de los gastos suyos nos las nos dan). ¿Como|Cómo? Pues, por ejemplo, diciendo que la venta de un terreno no es efectiva el día que se firma el contrato de compraventa (cómo se ha hecho siempre hasta ahora) sino el día que se registra en el ayuntamiento o que el premio que Mediapro da al Barça como premio por las audiencias obtenidas durante estos dos últimos años de éxitos deportivos no es un premio que se pueda asignar a Laporta sino que es el pago de unos servicios que se producirán durante la etapa Rosell y, por lo tanto, Rosell decide apropiárselos. Es decir, a base de cambiar la fecha en que han sucedido determinadas transacciones, muchos de los ingresos de la era Laporta pasan, por arte de magia contable, a ser ingresos de la era Rosell y muchos de los gastos de la era Rosell se asignan a Laporta. ¡Alihoop!
No entraré a discutir ahora cada una de las partidas cuestionadas por Javier Faus. Lo haré más adelante cuando tenga el informe de auditoría que he pedido al Barça (y que, curiosamente, nadie del Barça me ha querido enviar). Lo que sí haré, de momento, son cuatro reflexiones.

La primera es que Faus falta a la verdad cuando dice que los auditores han reformulado las cuentas: los auditores ni formulan ni reformulan cuentas. Los auditores dan su opinión sobre las cuentas formuladas por los gestores del club. Las "nuevas" cuentas, por lo tanto, han sido formuladas por Javier Faus y no por ningún auditor. Eso tiene que quedar muy claro.

La segunda reflexión es lo que está haciendo la nueva junta directiva da muy mala imagen, estropea su reputación internacional y perjudica gravemente los intereses del club. Estoy escribiendo desde Washington y me dio pena ver que la noticia con que la ESPN empezaba ahora que el Barça no era el club exitoso que pensábamos sino un club que pierda "en hundred million dollars". No es bueno dar la sensación de que la situación económica del club es caótica cuando eso no es cierto, tal como explico a la siguiente reflexión

Tercera, fijaos que los cambios que propone la nueva junta directiva sólo son cambios en la FECHA en la que se tienen que contabilizar ingresos y gastos. Es decir, ni Faus ni Rosell dicen que nosotros contabilizamos ingresos que no existen. Ni Faus ni Rosell cuestionan nuestra honestidad como gestores. Lo que dicen es que piensan que hay criterios contables que dicen que algunos de los ingresos que generamos y contabilizamos nosotros (y incluso cobrar), se les tienen que contabilizar ellos y algunas de las pérdidas que han generado ellos (como la "venta" de Henrio a precio por debajo de su valor) nos los tenemos que imputar nosotros aunque la venta la hayan hecho ellos. Lo que todo el mundo tiene que tener claro es que, desde el punto de vista del Barça, no importa nada ni pizca si los ingresos de TV o de la venta de otras cosas se apuntan al 2010 o al 2011. Lo que importa es que el Barça ha obtenido estos ingresos, y punto. Ahora bien, a pesar de que la consecuencia de que los ingresos se los apunte Laporta o Rosell no tiene efectos sobre el Barça ... sí tiene efectos en Laporta y, sobre todo, en Rosell. Es decir, si aceptáramos los cambios propuestos por Faus (que no los aceptamos), el qué pasaría es que los 70 millones de pérdidas que ahora dicen que hubo al 2010 se verían automáticamente compensadas por unas ganancias de 70 millones el año que viene. La junta de Laporta perdería 70 millones, la de Rosell ganaría 70 millones y el Barça se quedaría igual. Eso es el mismo que si se intentaran apropiar de la liga 2010: el palmarés de Laporta perdería una liga, el de Rosell la ganaría y el del Barça quedaría igual. Por lo tanto, el segundo mensaje es un mensaje de tranquilidad a todos los socios: la salud económica del club es magnífica y la "reformulación de las cuentas" no altera en absoluto esta conclusión. El único que la reformulación altera es quien se pone la medalla de la buena gestión económica de Laporta: la junta de Laporta o la junta de Rosell.
Y eso nos lleva a la cuarta reflexión: ¿si lo único que se cuestiona es el ejercicio en lo que se asignan determinados ingresos o gastos, por qué está dispuesta la nueva junta a estropear la reputación internacional del Barça y perjudicar económicamente en el club? Pues, la verdad, no lo sé. Pero apunto dos posibilidades. La primera es que, como acabo de explicar, cuando peor se diga que es la situación actual, mejor será la del año que viene: si se asignan 70 millones de pérdidas a la última temporada de Joan Laporta, la primera de Rosell tendrá 70 millones de ganancias y de esta manera la nueva junta podrá aparecer como la gran salvadora de la situación económica cuando, en realidad, todo haya sido un simple truco de magia contable. ¡Jugada maestra si uno quiere aumentar currículum sin hacer nada!
La segunda posible explicación es de cariz monetario: si la junta de Rosell muestra unos beneficios de 70 millones el primer año, podrá recuperar la totalidad del aval de 60 millones que acaba de depositar en la LFP. Dejadme que explique cómo funciona el tema avales: la LFP obliga a las nuevas juntas directivas de los clubes como el Barça a depositar un aval por valor del 15% de los gastos del club al año anterior (como los gastos fueron de 400 millones, Rosell tuvo que hacer un aval de 60 millones). La regla de la LFP es que si al año siguiente el Club tiene unos beneficios de, por ejemplo, 15 millones, la cantidad que tiene que quedar en aval será de 60-15=45. Si el año siguiente tiene otros beneficios de 10 millones, el aval pasará ser de 45-10=35. Y así sucesivamente hasta que se llega a cero. A partir de aquí el aval siempre será cero. Pues bien, si a base de apropiarse contablemente una parte de los ingresos de la era Laporta, Rosell generara unos beneficios milagrosos de 70 millones el primer año, el aval pasaría a ser cero inmediatamente. De esta manera, Rosell y su junta se ahorrarían los costes de avalar 60 millones cada año durante los próximos 5 años. Recordad que el coste de un aval está en torno a un 1% de la cantidad avalada de manera que, gracias a esta argucia contable Rosell se ahorraría 600.000 euros de su propio bolsillo ... ¡cada año! Ésta podría ser la intención real de la junta aunque los tribunales harán que el truco les salga mal.
Durante la campaña electoral, Javier Faus dijo que sería un honor para él y para la nueva junta directiva que yo sería embajador del Barça en Nueva York. Agradezco la confianza a él y a toda la junta. Como potencial embajador, sin embargo, dejadme que los haga la siguiente pregunta: ¿vale la pena ensuciar la imagen nacional e internacional del Barça simplemente para obtener unos beneficios personales (repito, personal) de 600.000 euros? Yo tengo clara la respuesta. La pregunta es: ¿la tienen ellos?
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Mal comienza una Junta cuando intenta engañar al "soci", es evidente que si no cuentan esos beneficios obtenidos esta campaña, en caso de que hubiesen perdidas deberíab avalar y claro, no creo que haya mucha gente a perder patrimonio por ser Presidente o Directivo de un club de fútbol, aunque se llame FC Barcelona. Cuando ayer, el mismo Faus, reconocia que no había "mala fe" demostraba ante todos los socios que en esta auditoria había un "gato encerrado"
La verdad es que si Rosell y Faus tienen la verdad, lo tienen fácil que denuncien y que la anterior Junta, como esta dispuesto por ley... avalen esas perdidas con su patrimonio. Pero seguro que esta Junta querra pasar de pues juntillas, han tirado la piedra y han escondido la mano, creando la duda de la actuación económica de la anterior Junta. Espero que sean los tribunales los que pongan a cada uno en su sitio, si es la de Laporta pues que avales con su patrimonio las perdidas, si es la de Rosell, por vergüenza debería convocar rápidamente elecciones a la presidencia, no se puede ni debe jugar con la honorabilidad de las personas y menos para beneficiarse y no ser su Junta la que tenga que avalar