El 15 de abril de 1997, el arzobispado de Barcelona prohibía la celebración de bautizos y bodas en la capilla del Camp Nou, rechazando de esta forma una solicitud que le había presentado el exjugador Gustau Biosca, que quería bautizar a su nieto en dicho lugar. Los motivos de la negativa eclesiástica, que esirrevocable, se basaban en el temor de que el permiso pudiera provocar una avalancha de peticiones de socios barcelonistas, interesados en bautizar a los recién nacidos de sus familias, o incluso casarse, en dicho recinto. De nada le valió a Biosca alegar que hacía 40 años pudo bautizar a su hijo en la mencionada capilla, sin que el obispo de la época, el franquista Gregorio Modrego Casaus, pusiera ningún impedimento. Desde entonces, sólo, anualmente se celebra la misa de inicio de temporada del primer equipo y la de difuntos de l’Agrupació de ExJugadores, que es la que tiene a su cargo su cuidado y conservación, la capilla. Dada su escasa capacidad, la misa de aniversario, cada día de la Mercé, se celebra en la explanada de tribuna
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