
Ocupaba el puesto de otro aristócrata, el Marqués de la Mesa de Asta, que había renunciado al cargo tras una controvertida derrota por 11-1 en el Estadio de Chamartín. De Albert sólo se mantuvo un mes al frente del club; renunció el 20 de septiembre para asumir la vicepresidencia de la Federación Catalana de Fútbol. El general Moscardó, Delegado Nacional de Deportes, le obligó a cesar en el cargo y le dio la presidencia del club a José Vendrell, un coronel del ejército. Una maniobra política que dejaba al descubierto el mangoneo que había en la entidad barcelonista, completamente entregada a un poder que hacía y deshacía a su antojo.
Posteriormente, fruto de su vinculación a la SD La España Industrial y al FC Barcelona, impulsó un acuerdo de filiación entre ambas entidades, que permitió al modesto club fabril dar un notable salto cualitativo, alcanzando incluso la Primera División en 1956 con el nombre de CD Condal.
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