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divendres, 15 de juliol del 2022

Cap. 10922: Frenkie De Jong y Memphis “obligados” a abandonar el Barça

Las urgencias deportivas y económicas del FC Barcelona obligan a tomar medidas de gran calado y a Joan Laporta no le tiembla el pulso, como ya demostrara el verano pasado con la sorprendente marcha atrás en la renovación fallida de Leo Messi.
Frenkie De Jong está en el ojo del huracán blaugrana y el Club le ha invitado a marchar, ya que ha llegado un acuerdo económico con el Manchester United para su transferencia a sus espaldas, por un monto entre 80 y 85 millones de euros. Este importe igualaría el de la inversión inicial y permitiría plusvalías, al estar una gran parte del capital ya amortizado.
En esta oportunidad, prima el interés económico, pues el jugador no hace ascos al exigente Xavi, si bien el técnico catalán no le ha sabido extraer todo su potencial deportivo y, en diversas oportunidades fue cambiado en el transcurso de los partidos.
Por imperativo legal, el Barça necesita liberar masa salarial para poder inscribir los nuevos contratos y dejar dispensada la ficha del holandés solventa de cuajo la inscripción de varias incorporaciones. Aunque no todas y cabrá dar salida también a su compatriota Memphis Depay.
El problema es que Frenkie y su esposa están plenamente integrados en Catalunya, donde han efectuado inversiones inmobiliarias y han fijado su residencia de presente y futuro. Tiene un contrato económico de larga duración y por cifras mareantes que superan la media del mercado.
El jugador es feliz con los colores blaugranas que ha hecho sentimentalmente suyos y, por su cabeza solo pasa triunfar en el Barça desde que llegara en el 2019 de la mano de Josep Maria Bartomeu. Siempre ha sido un jugador de prestaciones estimables, aunque es justo reconocer el que no ha acabado de romper y la contrapartida de su coste toma carta de naturaleza.
No favorecen los intereses de De Jong saber que su concurso deportivo es estimable, pero no imprescindible en una plantilla con overbooking de centrocampistas, que cuenta con galones de director a Pedri, recién veinteañero, y además a ese huracán que responde al apodo (apellido sincopado) de Gavi, aún menor de edad y titular en la selección absoluta de España.
En esa medular donde todavía dicta su magisterio Sergio Busquets, también están cotizados valores emergentes como Nico González, Pablo Torre y Álex Collado, mientras que Kessié y Sergi Roberto encarnan la maduración, junto a Miralem Pjanic, del que Xavi no se ha pronunciado.
Memphis Depay llegó el curso pasado como agente libre y se especula un traspaso por encima de los veinte millones de euros, con la doble generación de beneficios derivada del ingreso neto y de la liberación de masa salarial.
Se trata de un jugador de rendimiento notable, con estimable aportación goleadora, al que Xavi no ha hecho justicia al postergarlo en beneficio de su protector Ferran Torres que ha culminado una temporada (desde que llegó en el mercado de invierno) discretísima.
Si se confirma el aterrizaje del super goleador polaco, la delantera del Barça tendrá también overbooking en calidad y cantidad: Raphinha y Dembélé por la derecha, Ansu Fati y Ferran Torres por la izquierda y Lewandowski y Aubameyang por el centro. Posiciones dobladas a las que a día de hoy hay que sumar a los jugadores Memphis y Ez Abde.
La inscripción de los jugadores fichados y el cierre de operaciones pretendidas que afectan a Azpilicueta, Marcos Alonso, Koundé y Lewandowski cuelgan de la capacidad negociadora del equipo que dirige el director del futbol, Mateu Alemany, pero, sobre todo, de la voluntad del tándem holandés de acatar las voluntades empresariales. Principalmente de Frenkie, del que pesa el mayor volumen numérico.
Es razonable que los futbolistas afectados se sientan heridos en su amor propio. Urge buscar soluciones desde el positivismo y no sería razonable que los afectados se enrocasen.
Estar donde la empresa no te quiere no es un buen consejo y ambos trabajadores tienen el privilegio de poder elegir un buen destino, pues no les falta ofertas y con los intereses económicos salvaguardados.
El centrocampista se va por una coyuntura económica grave de la Entidad y el delantero por una infravaloración del entrenador de su rendimiento deportivo, que muchos no compartimos.
Ambos dejarán un grato recuerdo y obtendrán el reconocimiento de la afición que les valorará su compromiso y buen oficio. Mejor sin alharacas. O así piensa nuestra pluma.


@Albert gilper