
En la temporada 1997/98, el FC Barcelona pagó 3000 millones de pesetas por su traspaso, buscando en él, al sustituto del crack brasileño Ronaldo, por el que el Inter de Milán había pagado su clausula de rescisión de 4000 millones. En las dos temporadas que pasa en el club blaugrana, jugó 55 partidos y marcó 21 goles, logrando sendas ligas y una Copa de España, pero el fichaje de Patrick Kluivert en su segunda temporada, provoca que en 1999 sea traspasado al Olympique de Lyon.
En su vuelta a Francia, Anderson marca 87 goles en 150 partidos y vuelve a proclamarse campeón de la liga francesa, convirtiéndose en un jugador emblemático y un ídolo para la afición de Lyon, donde permanece cuatro temporadas hasta 2003, para después fichar por el CF Villarreal donde disputa una temporada anotando 12 goles, antes de marcharse a jugar a Catar para terminar su carrera.