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dimarts, 16 de març del 2021

Cap. 8739: Tres minutos de pantomima en el Palau [II]

El juez único del Comité de Competición decidió que había que jugar los 14 segundos pendientes.
- "Una estupidez", dijo el entrenador del Madrid, Lolo Sainz.
Aquello era una pantomima a puerta cerrada, con dos o tres centenares de hinchas esperando fuera, sin poder entrar. Saca el Madrid, el equipo blaugrana comete seis faltas (entonces no había "bonus" y Sainz había decidido ir sacando de banda hasta que quedaran 8 segundos), Corbalán va por fin a la línea y transforma el uno más uno y, con 2 segundos en el crono, Epi II anota sin oposición un triple inútil: 88-92. Todo con mucha cordialidad e incluso alguna broma. El propio Josep Maria Miralles, directivo que llevaba el basket blaugrana, acompañó a la expedición madridista hasta el autocar. Fuera del Palau unas decenas de aficionados cules gritaban: ¡Cibona, Cibona, Cibona!, equipo que había derrotado al Madrid en la máxima competición europea

Cap. 8739: Tres minutos de pantomima en el Palau [I]

El 10 de marzo de 1986, se jugaba en el Palau Blaugrana un FC Barcelona-Real Madrid. Los visitantes se imponen por 88-92. Y aquí se acaba la normalidad, porque aquel "partido" del 10 de marzo de 1986 era el final del que había comenzado casi un mes antes, el 16 de febrero, y que había sido suspendido cuando faltaban 14 segundos. Como todos los clásicos de basket o futbol, fue muy caliente, con el público quemado por lo que interpretó como decisiones arbitrales muy perjudiciales para su equipo. Este había recuperado casi toda una desventaja que había llegado a ser 16 puntos (30-46, minuto 16) después de un parcial de 25-8 ¡en menos de 5 minutos! Llegó hasta el 81-82, pero luego le pitaron una técnica a Aíto García Reneses y la quinta personal a Nacho Solozábal y en el último minuto y medio no se movió del marcador el 85-90. Cuando quedaban 14 segundos hubo un saque de banda claramente favorable al Madrid, pero fue entonces cuando estalló la ira de los aficionados, que lanzaron muchos objetos a la pista. Los árbitros, Herrera y Betancor, se fueron al vestuario y el partido fue suspendido