
dijous, 9 d’abril del 2020
Cap. 7185: Peña Barcelonista de Móstoles

Cap. 7184: El Grupo Sidonie pudo atropellar a Messi

- "Volvíamos de tocar con Sidonie en Madrid, girábamos calle Marina para dejar los trastos en la calle Pallars. Y justo en la rotonda de la calle Marina, alguien grito:
- ¡Hostia, para, para! Que matarás a este tío.
Y Axel dijo:
- "Hostia puta, es Messi. ¡Hemos estados a punto de matar a Messi!
Parece ser "Sidonie" estuvo a punto de matar a Messi y nos habríamos perdido algunos de los capítulos más maravillosos de la historia del Barça, cuenta avergonzado Marc Ros.
Cap. 7183: El Camp Nou se une a #YoEmCorono

El estudio dividía a los participantes en un grupo de control y en un grupo de tratamiento. A quienes estaban infectados se les realizaba control domiciliario y se les daba medicación si era necesario y el resto acudían a citas programadas con los investigadores.
Con este estudio, que además de estaba aprobado por el Departamento de Salud de Catalunya y la Agencia Española del Medicamento, también contaba con el aval de la OMS:
- "Si se verifica la validez del tratamiento, se abre una nueva vía para el control de la epidemia", explicaba el Dr. Mitjà. "También supondría un cambio en las medidas de aislamiento y las restricciones de movimiento lo que supondría reducir el impacto económico de la pandemia" añadía el Dr. Oriol Mitjà.
Cap. 7182: Touré Yaya y el "Clásico"
- "Messi, Henry, Eto'o, Iniesta y Xavi", respondió el africano sin dudar, añadiendo que "en aquella época eran imbatibles".
También recordo el 2-6 en el Bernabeu y opinaba lo suguiente del clásico:
- "Ese encuentro fue icónico, fue ante un gran rival y en su propio campo. Aquel día hicimos fútbol total. Nunca lo olvidaré. El Clásico es mucho más grande. El United siempre fue uno de los grandes de Inglaterra, pero durante muchos años el City no lo fue. Pero el Barça-Madrid es la rivalidad más grande de la historia del fútbol"
Cap. 7181: Los Capitanes Blaugrana vetaron a Riquelme

La alegría de Riquelme duró poco, duro lo que tardaron algunos de los capitanes del primer equipo hablar con el nuevo míster. Le contaron que tras la crisis del 0-3 en casa ante el Sevilla, Riquelme se había borrado de viajar a Mallorca. Allí, sin él, habían ganado 0-4. Ojito, pues, con hacerle jugar. En los primeros cuatro partidos de Liga, Riquelme se quedó en el banquillo. Antic había entendido el mensaje de un vestuario que, entonces, mandaba lo suyo. Como hoy, las "vacas sagradas" tienen el poder y es más fácil no contar con uno, que echar a once
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