08-02-1976 Sanchez Pizjuan
FC Sevilla - FC Barcelona 2-0
Sevilla: Paco, Hita, Pulido, Sanjose, Lorant, Gallego, Biri Biri (Lora), Blanco, Alonso (Alvarez), Rubio, Plaza.
Barcelona: Mora, Tome, Migueli, albaladejo, Costas, Neeskens, Heredia (Mir), Marcial, Cruyff (Fortes), Asensi, Sotil
Mientras se diriguía al banquillo Johan Cruyff le escupió y le llamó "hijo de p..." En el vestuario, el alemán se encendió un cigarrillo y Johan le dijo a González, el delegado: "Si sigue Weisweiler, Cruyff no juega". Era el comienzo de una guerra, donde el que perdería seria el Barça. Al día siguiente comenzó el cruce de acusaciones. "El técnico no tiene ideas ni criterio", argumentaba Cruyff. Wesweiler contestaría: "Entrenar al Barcelona no es difícil, trabajar con Cruyff, sí".
Tras no jugar Cruyff en Salamanca, en Copa, el enfado del holandés subió de temperatura: "Me voy del Barça. He pedido la baja pero Montal no me la ha dado. Cumpliré contrato hasta el 30 de junio".
A la mañana siguiente, Weisweiler fue insultado por la afición culé en el entrenamiento. Neeskens se sumó al apoyo: "Si Cruyff no juega, yo tampoco".
En popularidad, Cruyff no tenía rival. Las peñas blaugranas organizaron una manifestación en La Masía en apoyo a Cruyff. Histórica fue la pancarta de "Abuelito W.W. a Los Alpes; Heidi Cruyff a La Masía". Por aquel entonces, a Weisweiler le apodaban "el abuelo".
No se habían cumplido dos meses de conflicto, cuando el 2 de abril Weisweiler presentaba su dimisión. Heredia relató su despedida: "Saludó a todos: Neeskens, Rexach, Asensi... Hasta llegar a Cruyff. Le tendió la mano y Johan cruzó los brazos. No se la estrechó"