El 22 de julio de 2014, el expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell defendía ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz la legalidad de los contratos del fichaje del delantero brasileño Neymar da Silva, por el que, según dijo, el club pagó 57,1 millones de euros. El expresidente del Barcelona quiso distinguir los 57,1 millones que costó el fichaje por los derechos económicos del jugador y el resto de dinero que se pagó por otra serie de contratos, que tenian, dijo, sustantividad propia.
El FC Barcelona detallaba en su día que la operación total ascendió a varias decenas de millones más contando otros conceptos como 7,9 millones por un derecho de tanteo sobre varias promesas del Santos, 4 millones para N&N; 2,5 millones para la Fundación Neymar y otros 2 millones para N&N por la búsqueda de jóvenes talentos en Brasil. En declaraciones a los medios a su salida de la Audiencia, el abogado del querellante, Felipe Izquierdo, explicaba que Sandro Rosell había dicho que no leía la letra pequeña de los contratos, pero que luego, a raíz de la investigación judicial, los había repasado y le parecía que están muy bien elaborados, por lo que felicitó a los servicios jurídicos del Barcelona.
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