Ocurrio en la temporada 1999/00, el entrenador del equipo era Louis Van
Gaal. Todo comienza con una cena organizada por la plantilla del Barça.
El encuentro llegó a conocimiento de la prensa, y varios periodistas se
presentaron en el restaurante de Barcelona donde se celebraba. Desde la
puerta del local, pudieron seguir, de lejos, los momentos más ruidosos
de la comida.
Cuando fueron saliendo los jugadores, las reacciones fueron muy diferentes. El "Clan de lo holandeses", fueron los primeros en hacerlo, fueron muy educados. En cambio, cuando salió el grupo que integraban Luis Enrique, Abelardo y Guardiola, la situación fue más tensa. Según las crónicas de ese día, Luis Enrique cogió la libreta de uno de los periodistas y le fue arrancando las páginas mientras le llamaba "qué has apuntado aquí, ¿eh?". Hasta que, cuando sólo quedaban cuatro, tiró a la pecera donde el restaurante tenía las langostas
Ante el mal ambiente generado, uno de los periodistas avisó a los jugadores: "Si estamos aquí, es porque alguno de vosotros nos lo ha explicado ..." Esto abrió un nuevo episodio, en el que los futbolistas que ya estaban fuera del local volver a entrar (siguiendo las instrucciones de Guardiola) para encararse con los periodistas e intentar averiguar de forma infructuosa, quien había sido "el topo" de aquella información
Al día siguiente por la mañana, en la sesión de entrenamiento, Luis Figo tomó la iniciativa y se dirigió a quien consideraba el culpable de la filtración. Sin preguntarle previamente, pilló José Mourinho por el cuello y le pidió de forma muy vehemente si había sido el autor. En este punto, el entonces asistente de Van Gaal, demostrando esa valentía que le caracteriza cuando alguien es capaz de plantarle cara, negó totalmente serlo y acusó directamente "los de la cantera". En ese momento, estos jugadores eran Xavi, Gabri y Puyol.
Cuando fueron saliendo los jugadores, las reacciones fueron muy diferentes. El "Clan de lo holandeses", fueron los primeros en hacerlo, fueron muy educados. En cambio, cuando salió el grupo que integraban Luis Enrique, Abelardo y Guardiola, la situación fue más tensa. Según las crónicas de ese día, Luis Enrique cogió la libreta de uno de los periodistas y le fue arrancando las páginas mientras le llamaba "qué has apuntado aquí, ¿eh?". Hasta que, cuando sólo quedaban cuatro, tiró a la pecera donde el restaurante tenía las langostas
Ante el mal ambiente generado, uno de los periodistas avisó a los jugadores: "Si estamos aquí, es porque alguno de vosotros nos lo ha explicado ..." Esto abrió un nuevo episodio, en el que los futbolistas que ya estaban fuera del local volver a entrar (siguiendo las instrucciones de Guardiola) para encararse con los periodistas e intentar averiguar de forma infructuosa, quien había sido "el topo" de aquella información
Al día siguiente por la mañana, en la sesión de entrenamiento, Luis Figo tomó la iniciativa y se dirigió a quien consideraba el culpable de la filtración. Sin preguntarle previamente, pilló José Mourinho por el cuello y le pidió de forma muy vehemente si había sido el autor. En este punto, el entonces asistente de Van Gaal, demostrando esa valentía que le caracteriza cuando alguien es capaz de plantarle cara, negó totalmente serlo y acusó directamente "los de la cantera". En ese momento, estos jugadores eran Xavi, Gabri y Puyol.