El 2 de abril de 2022, el partido contra el Villarreal CF no era un
encuentro cualquiera para el equipo femenino blaugrana: era el número 50
en el Estadio Johan Cruyff. Y, pese al sufrimiento por el gol inicial
de Salma Paralluelo, terminaba como los precedentes: Con fiesta
blaugrana para celebrar un nuevo triunfo: el 50º en 50 partidos para un
equipo que suele ser una máquina goleadora inalcanzable para sus
rivales.
El submarino amarillo, pese a adelantarse en el marcador, tampoco se
escapaba de esta mecánica implacable: el equipo blaugrana ha anotado 266
goles en los partidos que ha jugado en el segundo estadio blaugrana, y
sólo ha encajado 19. Esto promedia superior a los 5,3 goles marcados por
partido. Una buena forma de estar a la altura del nombre del estadio.
FC Barcelona - Villarreal CF 6-1
Barcelona: Gemma, Marta, Paredes (María Pérez), Pereira (Mapi
León), Melanie (Claudia Pina), Aitana, Engen, Alexia (Jenni Hermoso),
Graham (Ona Baradad), Crnogorcevic, Leila.
Villarreal: Elena de Toro, Olivia, F. Lara, Y. Giménez, Lara
Mata, Soldevila (Pinel), Estefa, Cienfu (Zaira) , Bea Prades (Ainoa),
Paralluelo (Medina), Belén (Nerea).
Goles: 0-1 Paralluelo, 1-1 Claudia Pina, 2-1 Claudia Pina, 3-1 Crnogorcevic, 4-1 Claudia Pina, 5-1, Engen, 6-1 Graham
Aunque Luis Enrique quiso quitarle importancia, el blaugrana se
convirtía en el equipo que más pases había hecho en un solo partido en
la historia de la Champions League, superando un récord establecido en
la temporada 2003/04. Esa temporada, el conjunto blaugrana no había
superado los 853 pases, llevados a cabo en otro partido europeo en el
Camp Nou ante el Celtic de Glasgow, dejando una media de 650 pases por
partido, lejos de estas 1.010. De hecho, los últimos seis partidos antes
del partido de la Champions, los más debatidos de la era de Luis
Enrique, el Barça había sido una montaña rusa. Había pasado de los 791
pases ante el Málaga CF, en un partido sin velocidad de circulación ni
fluidez, a las ínfimas 450 del enfrentamiento en Anoeta ante la Real
Sociedad, donde el equipo vasco superó a los blaugrana con 489 pases. En
el clásico del Camp Nou, el Barça no llegaba a los 600 pases (559), por
lo que el Real Madrid pudo sentirse cómodo en terreno barcelonista.
Gerard Piqué fue muy claro después del clásico del pasado sábado:
- "Si recuperamos el estilo, somos un equipo imparable". [...] "Si tú
tienes el balón, el rival no lo tiene", decía Johan Cruyff.
El 6 de diciembre de 2016, después de algunas semanas siendo criticado
por la deriva del centro del campo y por el abandono del juego de
posición, el equipo de Luis Enrique recuperaba las sensaciones
enterradas en los últimos partidos y plasmaba sobre el césped del Camp
Nou los conceptos básicos del fútbol que más éxito le habían dado al
Barça en los últimos veinticinco años. Pasadas al primer toque,
movilidad en todas las líneas, búsqueda de espacios liderada por los
futbolistas de mayor talento, velocidad de circulación, precisión en la
secuencia de desplazamientos. Todo un compendio de acciones bien
realizadas que ponian en relieve la permanencia y recuerdo vivo de una
identidad transformada desde el inicio de temporada. En total, el equipo
blaugrana probó 1.010 pases de balón, de los que 993 terminaron con
éxito. Un 91% de acierto para un equipo que quiso reivindicar la
voluntad de reflotar el estilo, superando en esta estadística los datos
del "Pepteam", que tenía una media de 700 pases por partido
Nacio en Buenos Aires (Argentina), el 5 de mayo de 1976. Es un
exfutbolista argentino. Se desempeñaba habitualmente como lateral por el
sector izquierdo, aunque también ha jugado como mediocampista por la
izquierda, segundo zaguero central o como doble volante central.
Producto genuino de las categorías formativas de Argentinos Juniors, en
donde debutó como profesional en un empate sin goles ante San Lorenzo de
Almagro el 9 de septiembre de 1994. Disputó 21 partidos y convirtió un
tanto en el club de La Paternal. Al año siguiente fue transferido a la
Juventus de la Serie A de Italia, en donde casi no tuvo oportunidades
para jugar, disputando apenas cuatro encuentros.
En 1996 es cedido al Club Atlético River Plate, donde fue titular
indiscutido. Allí ganó tres Torneos Apertura (1996, 1997 y 1999), un
Clausura (1997), una Copa Libertadores de América en 1996 y una
Supercopa Sudamericana en 1997. En 2000 fichó por Cruzeiro de la Serie A
de Brasil. Con este equipo jugó tres temporadas, ganando una Copa de
Brasil (2000), dos Copas Sul-Minas (2001 y 2002) y un Supercampeonato
Mineiro (2002). Tras una temporada y media en la Lazio, fue adquirido
por el FC Barcelona en el mercado de invierno. Con este equipo debuta en
la Primera división española el 9 de febrero de 2003 en el empate por 2
a 2 contra el Athletic Club.
En el verano de 2003 se marcha cedido al París Saint-Germain, con el que
gana una Copa de Francia y donde fue elegido jugador más valioso de la
temporada, luego de ganar en varias ocasiones el premio de Mejor Jugador
del Mes. Sorin guarda una marca única en la historia del club francés:
nunca perdió con la camiseta del PSG en las 30 ocasiones que jugó por lo
que es llamado hasta la actualidad como "porte-bonheur" o portador de
suerte en español. En 2004 retornó a Cruzeiro, para después fichar por
el Villarreal donde cumplió un papel fundamental para la clasificación
por primera vez en la historia del club, a la UEFA Champions League. En
esa misma temporada, junto a figuras internacionales como Riquelme o
Forlán, consiguieron alcanzar las semifinales, siendo eliminados por el
Arsenal de Inglaterra. En el 2006 es contratado por el Hamburgo SV de
Alemania, en donde tuvo un buen comienzo, pero sufrió una importante
lesión de rodilla.2 En 2008 volvió otra vez a Brasil y al Cruzeiro,
ganando un Campeonato Mineiro en 2009, que sería su último título. Como
jugador siempre se destacó por su estilo técnico, su entrega física y
principalmente por su fidelidad a las camisetas de los equipos a los que
representó. Fue elegido líder por técnicos y aficionados y respetado
por los adversarios. Con una sólida carrera conquistó, junto con el
éxito, una credibilidad pública que avala sus acciones en otros ámbitos
más allá del fútbol, garantizando una repercusión siempre positiva en
cualquier lugar del mundo.