De hecho, a poco de iniciarse el clásico, García Remón derribó dentro
del área a Serrat, voluntarioso centrocampista del equipo de Rifé. Era
penalti, pero Fandós no lo vio. Poco a poco Laurie Cunningham, crecido
ante la adversidad, se apoderó del balón y volvió loco a su marcador (el
"Torito" Zuviría) y pronto con sus regates, desmarques, cambios de
ritmo y regates en corto fue calmando la ira del publico asistente en el
Camp Nou.
El Camp Nou, se puso en pie, acabó ovacionando la majestuosa actuación de Laurie Cunningham al finalizar el encuentro.
Al finalizar el encuentro Cunningham (qepd) declaraba: "Tengo que reconocer que hoy he jugado el mejor partido desde que estoy en el Madrid. Actuamos con orden y superamos al Barcelona. Tengo que felicitar a la afición del equipo barcelonista por lo deportiva que ha estado a lo largo de todo el partido. Incluso supieron recqnocer nuestra superioridad"
Luis de Carlos aprovechó la ocasión para hacer entrega a Tarradellas de la insignia de oro y brillantes del Real Madrid, a lo que el President respondió que "será conservada como un preciosísimo recuerdo de un gran club y de un gran presidente". Deportivamente hablando, el Real Madrid ganó el partido y aquella temporada se llevó el título de Liga, pero en realidad quién goleó al Barça y al Madrid fue Tarradellas. El auténtico "seny català" se impuso y dio una lección ejemplar. Curiosidades de la historia que, como tarradellista confeso, me complace recordar. En los actuales tiempos de crisis y confrontación donde la clase política se encuentra más desprestigiada que nunca y la sociedad muy dividida, personajes históricos como Josep Tarradellas y actitudes como la aquí narrada me sirven para reconciliarme con Cataluña y sentirme orgulloso de ser catalán. Por un solo día lo imposible fue realidad, y el fútbol dejó de ser un arma política para ser lo que siempre debería ser... rivalidad en el campo y amistad fuera de él
El Camp Nou, se puso en pie, acabó ovacionando la majestuosa actuación de Laurie Cunningham al finalizar el encuentro.
Al finalizar el encuentro Cunningham (qepd) declaraba: "Tengo que reconocer que hoy he jugado el mejor partido desde que estoy en el Madrid. Actuamos con orden y superamos al Barcelona. Tengo que felicitar a la afición del equipo barcelonista por lo deportiva que ha estado a lo largo de todo el partido. Incluso supieron recqnocer nuestra superioridad"
Luis de Carlos aprovechó la ocasión para hacer entrega a Tarradellas de la insignia de oro y brillantes del Real Madrid, a lo que el President respondió que "será conservada como un preciosísimo recuerdo de un gran club y de un gran presidente". Deportivamente hablando, el Real Madrid ganó el partido y aquella temporada se llevó el título de Liga, pero en realidad quién goleó al Barça y al Madrid fue Tarradellas. El auténtico "seny català" se impuso y dio una lección ejemplar. Curiosidades de la historia que, como tarradellista confeso, me complace recordar. En los actuales tiempos de crisis y confrontación donde la clase política se encuentra más desprestigiada que nunca y la sociedad muy dividida, personajes históricos como Josep Tarradellas y actitudes como la aquí narrada me sirven para reconciliarme con Cataluña y sentirme orgulloso de ser catalán. Por un solo día lo imposible fue realidad, y el fútbol dejó de ser un arma política para ser lo que siempre debería ser... rivalidad en el campo y amistad fuera de él