En las revisiones médicas antes de la pretemporada de 2014, aunque suelen ser un simple trámite, se encontró un problema: una alteración del ritmo cardíaco. Tras el descubrimiento se sometió al jugador (Adriano Correia) a un estudio electrofisiológico y el jugador debía estar de baja entre 4 y 6 semanas, tiempo durante el cual haría un entrenamiento físico y específico. Al igual que ocurrió con Víctor Valdés, que la revisión médica significó que el AS Mónaco rechazara su fichaje, esta noticia pararía la posible salida del brasileño, que se había rumoreado en los días anteriores al hecho. No había comenzado la temporada 2014/15 y Adriano como en las anteriores comenzaba a tener problemas fisicos, antes musculares... ahora el corazón
Sandro Rosell lo fichó porque era brasileño y de Nike, empresa en la que fue gerente. Por lo demás Adriano no había estado nunca en el Barça una temporada sin problemas. Con esta lesión Zubi, "obligaba", en cierta manera, fichar a Mathieu pagando la clausula, otro jugador que tenía problemas físicos y se confirmaba con esa Junta y esa Secretaria Técnica, que el se convertía en el geriatrico Can Barça