El 24 de julio de 1990, en una improvisada rueda de prensa, a la que
asistieron también Luis Milla y su agente Miguel Santós, celebrada en
uno de los salones del hotel Princesa Sofía, el vicepresidente del FC
Barcelona Joan Gaspart anunciaba: "El jugador Milla me ha entregado una
carta exponiendo su decisión de acogerse a la cláusula seis de su
contrato, firmado hace dos años, según la cúal queda libre aportando la
cantidad de 300 millones de pesetas. Hemos fijado como fecha tope el
próximo lunes como plazo para que se haga efectiva la cantidad. En el
momento en que se efectúe el pago, legalmente el Barça tendrá que darle
la baja federativa. ¿Si no pagan?. Entonces seré un hombre muy feliz,
porque significará que Milla se queda con nosotros hasta el 30 de junio
del 91, en que expira su contrato. Pero sé que Luis es una persona seria
y que pagará lo que dice la cláusula: 300 millones, aparte del IPC
Su destino y el club que adelantó ese dinero, tenía un nombre. Y su estrella tras pasar por el club blaugrana fue decayendo. Cuando fichó por el Madrid, y en un partido de pretemporada contra la Lazio, Milla se lesionó gravemente de la rodilla y tardó varios meses en debutar.
Su destino y el club que adelantó ese dinero, tenía un nombre. Y su estrella tras pasar por el club blaugrana fue decayendo. Cuando fichó por el Madrid, y en un partido de pretemporada contra la Lazio, Milla se lesionó gravemente de la rodilla y tardó varios meses en debutar.