FC Barcelona vs Real Sociedad, 5 de septiembre de 1993.
- "Romario da Souza Faria aguardaba en el viejo túnel de vestuarios del Camp Nou su estreno oficial con el Barcelona. Zubizarreta, el portero al que Romario llamaba de usted, siempre atento y protector, le buscó y le encontró. Como siempre, estaba el último en la fila, camino del campo, para enfrentarse a la Real Sociedad el 5 de septiembre de 1993 en el primer partido de la Liga. Se acercó el veterano al debutante para hablarle de Alberto, el guardameta rival:
"Va bien en el uno contra uno. Le gusta salir. Es así y asá", le explicó tratando de prevenirle.
Romario, gordito, menudo, levantó su cara morena, le miró con sus ojos inyectados en sangre y le preguntó desafiante:
"¿Me va a enseñar usted a meter goles?".
Aquella tarde metió tres. En aquella Liga, 30, los que prometió al llegar".
Romario un marido "fiel"
Los primeros desplazamientos del brasileño con el Barça fueron un modelo de buen gusto. Romario siempre se sentaba con el ya fallecido vicepresidente Nicolau Casaus y ambos filosofaban sobre la vida. Un día, de camino al aeropuerto, pasó por delante del bus una señora tan estupenda que interrumpió la conversación entre crack y directivo.
- "Menuda señora!!!" - dijo Casaus.
- "Si, pero yo sólo voy con la mía"- replicó Romario.
Nicolau Casaus, explicaba que ya nadie le podía tomar el pelo puesto que ya no le quedaba.
Epoca del Dream Team de Cruyff
Romario le pidió a Cruyff permiso para adelantar sus vacaciones unos días antes que el resto del equipo para poder viajar a Brasil (el vuelo salía apenas 1 hora después del partido). Cruyff le responde que si marca 2 goles le dejará irse.
En el minuto 20 de partido Romario marca su segundo gol y hace un gesto hacia el banquillo recordando al "Flaco" su promesa. Romario es substituido al descanso y se marcha directo al aeropuerto
Sexo.
Aceptando que una de sus debilidades son las mujeres, confesó que no se quedó con las ganas de mantener relaciones sexuales en el Maracaná:
"Una vez, después de un partido, tuve que quedarme para la prueba antidopaje, y vino una novia que tenía en la época. Se habían ido todos, sólo quedaba un funcionario en la puerta del vestuario y entonces aprovechamos".
Sus escapadas en las concentraciones
Ni siquiera en la que fue su gran cita, Romario pudo escaparse de su propia leyenda. Años más tarde, reconoció que un par de noches se escapó de la concentración para salir de noche. “Nadie se dio cuenta, ni siquiera yo”, bromeó después.
El detective
Se cuenta que el Barça le puso un detective y que Romario lo invitó a una copa: "Esta ronda te la pago yo, que te va a costar un riñón la noche"
Con Quique Estebaranz
Su compañero en el Barça, Quique Estebaranz, cuenta que durante un partido, se pegó una carrera de muerte y, al ir a centrar, no vio a Romario en el área.
- "Romi, corre un poco más, joder", le gritó.
Romario se le acercó:
- "Corre tú, que para eso te pagan. Yo cobro por meter goles, no por correr
- "Romario da Souza Faria aguardaba en el viejo túnel de vestuarios del Camp Nou su estreno oficial con el Barcelona. Zubizarreta, el portero al que Romario llamaba de usted, siempre atento y protector, le buscó y le encontró. Como siempre, estaba el último en la fila, camino del campo, para enfrentarse a la Real Sociedad el 5 de septiembre de 1993 en el primer partido de la Liga. Se acercó el veterano al debutante para hablarle de Alberto, el guardameta rival:
"Va bien en el uno contra uno. Le gusta salir. Es así y asá", le explicó tratando de prevenirle.
Romario, gordito, menudo, levantó su cara morena, le miró con sus ojos inyectados en sangre y le preguntó desafiante:
"¿Me va a enseñar usted a meter goles?".
Aquella tarde metió tres. En aquella Liga, 30, los que prometió al llegar".
Romario un marido "fiel"
Los primeros desplazamientos del brasileño con el Barça fueron un modelo de buen gusto. Romario siempre se sentaba con el ya fallecido vicepresidente Nicolau Casaus y ambos filosofaban sobre la vida. Un día, de camino al aeropuerto, pasó por delante del bus una señora tan estupenda que interrumpió la conversación entre crack y directivo.
- "Menuda señora!!!" - dijo Casaus.
- "Si, pero yo sólo voy con la mía"- replicó Romario.
Nicolau Casaus, explicaba que ya nadie le podía tomar el pelo puesto que ya no le quedaba.
Epoca del Dream Team de Cruyff
Romario le pidió a Cruyff permiso para adelantar sus vacaciones unos días antes que el resto del equipo para poder viajar a Brasil (el vuelo salía apenas 1 hora después del partido). Cruyff le responde que si marca 2 goles le dejará irse.
En el minuto 20 de partido Romario marca su segundo gol y hace un gesto hacia el banquillo recordando al "Flaco" su promesa. Romario es substituido al descanso y se marcha directo al aeropuerto
Sexo.
Aceptando que una de sus debilidades son las mujeres, confesó que no se quedó con las ganas de mantener relaciones sexuales en el Maracaná:
"Una vez, después de un partido, tuve que quedarme para la prueba antidopaje, y vino una novia que tenía en la época. Se habían ido todos, sólo quedaba un funcionario en la puerta del vestuario y entonces aprovechamos".
Sus escapadas en las concentraciones
Ni siquiera en la que fue su gran cita, Romario pudo escaparse de su propia leyenda. Años más tarde, reconoció que un par de noches se escapó de la concentración para salir de noche. “Nadie se dio cuenta, ni siquiera yo”, bromeó después.
El detective
Se cuenta que el Barça le puso un detective y que Romario lo invitó a una copa: "Esta ronda te la pago yo, que te va a costar un riñón la noche"
Con Quique Estebaranz
Su compañero en el Barça, Quique Estebaranz, cuenta que durante un partido, se pegó una carrera de muerte y, al ir a centrar, no vio a Romario en el área.
- "Romi, corre un poco más, joder", le gritó.
Romario se le acercó:
- "Corre tú, que para eso te pagan. Yo cobro por meter goles, no por correr