Cuando militaba en las filas del Sevilla, allá por 2013, el jugador
decidió abrir un restaurante en el barrio de Los Bermejales junto a su
mujer, Raquel Mauri, la hermana de ésta y su cuñado. El local se llamaba
Dinain Tapas&Copas. Estaba situado en la Avenida de Finlandia y sus
precios eran de lo más competitivo. El problema vino a raíz de dónde
estaba situado: demasiado cerca del Benito Villamarín. Rakitic jugaba en
el Sevilla. Y, desde luego, ese detalle no pasó para nada inadvertido
para algunos ultras del club verdiblanco, que empezaron a causarle
serios problemas. Al final, no le quedó otro remedio que cerrar.
-"He tenido que cerrar el bar porque estaba cerca del estadio del Betis y tuve problemas con sus hinchas, pero pronto voy a abrir otro en el centro de la ciudad", aseguró por aquel entonces el propio Rakitic.
Sus planes de retomar el negocio de la restauración, no obstante, nunca llegaron a cumplirse hasta el día de hoy. Su fichaje por el Barça frustró sus intenciones. Pero quien sabe que pasara en el futuro
-"He tenido que cerrar el bar porque estaba cerca del estadio del Betis y tuve problemas con sus hinchas, pero pronto voy a abrir otro en el centro de la ciudad", aseguró por aquel entonces el propio Rakitic.
Sus planes de retomar el negocio de la restauración, no obstante, nunca llegaron a cumplirse hasta el día de hoy. Su fichaje por el Barça frustró sus intenciones. Pero quien sabe que pasara en el futuro