Sorprende que a veces los humanos hacemos gestas que pasan
desapercibidas para el resto del mundo, unas gestas que rayan la
herocidad como la del exportero de FC Barcelona Carlos Busquets, en
noviembre de 1995
Carlos Busquets fue el portero culé en la década de los noventa con Cruyff en el banquillo y paso de ser el eterno suplente de Zubi a titular.
Este hombre aparte de ser conocido por sus estrafalarios chándales y de jugar con el pantalon del chandal, más típico en un portero de balonmano que en uno fútbol, realizo una de sus más portentosas paradas en su propio domicilio encontrándose en casa con su hijo pequeño Aitor.
El suceso fue el siguiente: Una plancha caliente cayó y estuvo a punto de hacerlo sobre su hijo, pero Busquets con sus grandes reflejos de guardameta, se lanzo como un gato hacia la plancha deteniéndola antes de que impactara en el pequeño, salvando a su hijo de una más que segura quemadura. Eso si las quemaduras que se produjo en ambas manos fueron tales que el portero del Barça no pudo estar presente en el siguiente compromiso liguero de su equipo frente al Tenerife el 12 de noviembre de 1995.
Lo malo es que esas quemaduras siempre quedaron en el recelo del cuerpo medico, no eran las típicas quemaduras de una plancha y si las que se hace uno cuando se fricciona en la carretera las manos en una caida de moto...
Eso si, se sabe que estuvo dos horas "ingresado" para esas curas, en el Consorsi Hospitalario de Parc del Tauli (Sabadell)... entro a las 05.00 am y salio a las 06.50 am, lo que confirma que la esposa de "Bussi" es tan madrugadora como sus hijos
Carlos Busquets fue el portero culé en la década de los noventa con Cruyff en el banquillo y paso de ser el eterno suplente de Zubi a titular.
Este hombre aparte de ser conocido por sus estrafalarios chándales y de jugar con el pantalon del chandal, más típico en un portero de balonmano que en uno fútbol, realizo una de sus más portentosas paradas en su propio domicilio encontrándose en casa con su hijo pequeño Aitor.
El suceso fue el siguiente: Una plancha caliente cayó y estuvo a punto de hacerlo sobre su hijo, pero Busquets con sus grandes reflejos de guardameta, se lanzo como un gato hacia la plancha deteniéndola antes de que impactara en el pequeño, salvando a su hijo de una más que segura quemadura. Eso si las quemaduras que se produjo en ambas manos fueron tales que el portero del Barça no pudo estar presente en el siguiente compromiso liguero de su equipo frente al Tenerife el 12 de noviembre de 1995.
Lo malo es que esas quemaduras siempre quedaron en el recelo del cuerpo medico, no eran las típicas quemaduras de una plancha y si las que se hace uno cuando se fricciona en la carretera las manos en una caida de moto...
Eso si, se sabe que estuvo dos horas "ingresado" para esas curas, en el Consorsi Hospitalario de Parc del Tauli (Sabadell)... entro a las 05.00 am y salio a las 06.50 am, lo que confirma que la esposa de "Bussi" es tan madrugadora como sus hijos