Los dos clubs ya habían llegado a un principio de acuerdo para posponer
el duelo hasta el próximo jueves y Sterckx se puso en contacto con el
responsable de competiciones de la UEFA, René Heilber, que se encontraba
en Lisboa en una reunión con los organizadores de la Eurocopa, para
comunicarle la postura de Barça y del Celtic. Mientras, los jugadores
blaugrana desayunaban sabiendo qué había ocurrido en España gracias a
Sky News, que desde las nueve de la mañana informó ininterrumpidamente
de todo lo sucedido.
Es cuando Joan Laporta toma las riendas del asunto y habló por teléfono con los presidentes del Valencia (Jaime Ortí), el presidente y el director general del Villarreal (Fernando Roig) y José Manuel Llaneza, y un directivo del Mallorca. Los cuatro coincidieron: la jornada de octavos de final de la UEFA debía suspenderse. Laporta dialogó también con el presidente de la RFEF (Ángel María Villar), y de la LFP (Pedro Tomás), y les pidió que presionaran a la UEFA. La Federación solicitó por escrito la suspensión, pero el máximo organismo continental finalmente decidió que los partidos de ida de los octavos de final se jugaran normalmente, con un minuto de silencio antes del inicio y brazaletes negros en los jugadores. La Federación aceptó la resolución y el Barça también aunque dejando muy claro, una vez más, que, de haber sido por el club blaugrana, el encuentro no se hubiera disputado
Es cuando Joan Laporta toma las riendas del asunto y habló por teléfono con los presidentes del Valencia (Jaime Ortí), el presidente y el director general del Villarreal (Fernando Roig) y José Manuel Llaneza, y un directivo del Mallorca. Los cuatro coincidieron: la jornada de octavos de final de la UEFA debía suspenderse. Laporta dialogó también con el presidente de la RFEF (Ángel María Villar), y de la LFP (Pedro Tomás), y les pidió que presionaran a la UEFA. La Federación solicitó por escrito la suspensión, pero el máximo organismo continental finalmente decidió que los partidos de ida de los octavos de final se jugaran normalmente, con un minuto de silencio antes del inicio y brazaletes negros en los jugadores. La Federación aceptó la resolución y el Barça también aunque dejando muy claro, una vez más, que, de haber sido por el club blaugrana, el encuentro no se hubiera disputado