La tranquila y pausada vuelta de Éric Abidal al pimer equipo tras sufrir un trasplante de hígado puede cumplir una de sus últimas etapas este jueves cuando los doctores que siguen su evolución le den el alta física desde el punto de vista de su condición para jugar a fútbol.
Que el zaguero reciba el alta médica no quiere decir que vaya a entrar automáticamente en las convocatorias de los partidos. Serán los técnicos los que tengan la última palabra pero sí es cierto que Abidal lleva ya unos cuantos días trabajando con el grupo, tocando balón a un intenso ritmo y ya se encuentra en la recta final de su recuperación.
El regreso del francés debería haber sido algo más rápido pero alguna complicación propició que los médicos del club, en diálogo con el equipo que le intervino quirúrgicamente un año después de que le extirparan un tumor cancerígeno en el propio hígado, frenaran su progresión.
Aunque a partir de ahora dependerá de Vilanova y Roura que tenga minutos en el terreno de juego, el simple hecho de verle recibir el alta será un subidón de moral considerable para un vestuario que ya celebró por todo lo alto la vuelta de Abidal hace dos temporadas después de pasar por vez primera por el quirófano.
El Barça no necesita más que comunicar a la LFP que Abidal es alta para que pueda jugar de nuevo.
