El 4 de diciembre de 1984, a las 23.15 h, Venables tenía un accidente. El técnico blaugrana conducía un automóvil prestado cuando, al efectuar una maniobra que en Inglaterra hubiera sido perfectamente normal, colisionaba con la moto que pilotaba el joven Jorge Alvarez Giralt, de 20 años. El impacto, que apenas causó daños en el automóvil de Terry, destrozaba la motocicleta de Jorge Alvarez, causándole heridas diversas y una fuerte conmoción. Fue, rápidamente trasladado al Hospital Clínico mientras la Guardia Urbana, rápidamente alertada, intervenía en el accidente. Apartados los vehículos de la calzada, Terry Venables se dirigió a la Comisaría Oeste con el propósito de testificar y colaborar con la autoridad en el esclarécimiento de los hechos.
Terry exhibió entereza, pero sobre todo una extrema preocupación por el estado de Jorge Alvarez, manteniendo desde allí un contacto permanente con los familiares del joven al objeto de seguir informado sobre la evolución de las heridas y el diagnóstico. Las primeras noticias tranquilizadoras que llegaron del Hospital Clínico atenuaron la inquietud de Venables, pero no así el dolor y el "shock" que le había causado lo ocurrido y que rápidamente transmitió a los parientes de Jorge Alvarez. Su familia, aunque afectada y nerviosa, fue receptiva ante la actitud de un Terry que nunca escondió su involuntaria culpabilidad en los hechos y cuya desolación era visible
Terry exhibió entereza, pero sobre todo una extrema preocupación por el estado de Jorge Alvarez, manteniendo desde allí un contacto permanente con los familiares del joven al objeto de seguir informado sobre la evolución de las heridas y el diagnóstico. Las primeras noticias tranquilizadoras que llegaron del Hospital Clínico atenuaron la inquietud de Venables, pero no así el dolor y el "shock" que le había causado lo ocurrido y que rápidamente transmitió a los parientes de Jorge Alvarez. Su familia, aunque afectada y nerviosa, fue receptiva ante la actitud de un Terry que nunca escondió su involuntaria culpabilidad en los hechos y cuya desolación era visible