El 15 de agosto de 1936, La CNT-FAI se presentó en el campo de Les Corts
y en las oficinas del club anunciando sus intenciones de confiscar Les
Corts, pegando carteles cerca de ambas puertas, pero la entidad supo
reaccionar rápidamente y los empleados, para evitar la intervención,
formaron un comité compuesto por: Rossend Calvet (secretario general),
Josep Olivé (cobrador), Manuel Bassols (contable), Josep Farré
(meritorio), Josep Cubells (conserje del local social), Josep Pujol
(dependiente), Eusebi Carbonell y Jaume Roig (oficinas) y Marià
Pellegero (encargado de material). Todos ellos asistieron a la primera
reunión del comité de trabajadores. En la segunda se incorporaron Pere
Ballarín, Àngel Mur, Àngel Sánchez, Manuel Torres, José Brasó y Joan
Sebastián.
Todos juntos ecidieron movilizarse y crear un comité que tomara las riendas de la entidad y, de esta manera, sustituir a la Junta Directiva. Para dar este paso, previamente tuvieron que afiliarse a la Unión General de Trabajadores (UGT), gestión que consiguieron gracias a la decisiva intervención del Centre Autonomista de Dependents del Comerç i la Indústria (CADCI). Fueron, entonces, los propios empleados quienes confiscaron el club y se hicieron con las riendas de este en el verano de 1936. Gracias a ello salvaron el estadi del expolico de la CNT y su posible destruccion
Todos juntos ecidieron movilizarse y crear un comité que tomara las riendas de la entidad y, de esta manera, sustituir a la Junta Directiva. Para dar este paso, previamente tuvieron que afiliarse a la Unión General de Trabajadores (UGT), gestión que consiguieron gracias a la decisiva intervención del Centre Autonomista de Dependents del Comerç i la Indústria (CADCI). Fueron, entonces, los propios empleados quienes confiscaron el club y se hicieron con las riendas de este en el verano de 1936. Gracias a ello salvaron el estadi del expolico de la CNT y su posible destruccion