"Schuster, no volvera a jugar más en el Barça", esta sentencia fue dicha
el 9 de mayo de 1986 por Josep Lluis Núñez, a su llegada al aeropuerto
de El Prat, procedente de Sevilla al frente del equipo que había perdido
la final. Esta era la bomba que traía en sus maletasel día después de
una fecha
"Es una impresión personal, porque hablo como socio del club. Como
presidente tengo que esperar la decisión que tome el entrenador".Núñez
criticó la actuación de Schuster en la final de la Copa de Europa. "El
Barça necesita jugadores íntegros y motivados que sientan los colores
del club. Aunque el Barcelona está por encima de estas cosas, ahora que
ha finalizado la temporada es el momento de tomar decisiones, y las
tomaremos. ¿Cuándo? Los directivos también necesitamos descansar.
Conviene actuar con calma".
Antes de la final ya se "sospechaba" que Schuster estaba tocado por
todos los frentes. Que, no sólo iba ser la víctima propiciatoria, en
caso de perder ante el Steaua, sino que además, el propio Terry Venables
había presentado un informe negativo a su continuidad en el club y
hasta la propia esposa del presidente Núñez le había puesto una cruz,
por ficciones personales con Gaby (esposa de Schuster)
El adiós de Bern era una jugada cantada que sólo podía paralizarse con
una actuación extraordinaria ante el Steaua y un glorioso triunfo del
Barça en la Copa de Europa.
La duda se centraba en saber si el Barça encontraría el comprador idóneo
para el traspaso o se limitaría a un castigo o hacerle cumplir el año
de contrato que le quedaba manteniéndolo inactivo
El vicepresidente, Nicolau Casaus, precisó, también en El Prat, que
Schuster como operación económica, estaba "amortizado". Para añadir, al
serle comentado el incidente con los seguidores, que se había producido
por la mañana que: "Expediente? Claro que si, el más amplio y severo
que pueda llevarse a término”.