Todos conocemos a Carles Busquets portero, pero al igual que su hijo Sergio, Carles comenzo de delantero y mientras Sergio ha sido reubicado en casi cualquier posición del campo (en el filial, menos de portero). Carles paso de meter goles a pararlos
Sus primero spinitos con el balón, fue como jugador y delantero centro en el equipo de su escuela de Ciutat Badia.
A sus trece años ya marcaba goles a pares. Todos sus vecinos le veían ya como un futuro "crack". Pero el destino le jugaría una "mala pasada". El portero titular se dislocó el codo y, como no había meta suplente, su técnico, Joan Escoda decidió situarle bajo los palos.
La medida era, en principio, provisional, pero sus buenas actuaciones propiciaron que ya no volviera a jugar más de ariete. Al final se convirtió en una pieza vital de aque lequipo. Tal era su peso específico que en algunos partidos, cuando el marcador estaba en contra y faltaban pocos minutos para el final, el entrenador le hacía jugar de líbero, llegando a marcar en más de una ocasión algún gol de los lla mados "salvadores" Es evidente que, esa pequeña concesión de su entrenador, no satisfacía sus inquietudes se aburría jugando bajo los palos e incluso en un primer momento, se negó a seguir actuando de guardameta. Joan Escoda confesaría que "hubo una problemática con él y su padre por este tema, pero les dijo que mientras él fuera el responsable de los equipos del Ciutat Badia, Carlos seguiría actuando de guardameta, y es que, sencillamente le auguraba un magnífico porvenir”.
A sus trece años ya marcaba goles a pares. Todos sus vecinos le veían ya como un futuro "crack". Pero el destino le jugaría una "mala pasada". El portero titular se dislocó el codo y, como no había meta suplente, su técnico, Joan Escoda decidió situarle bajo los palos.
La medida era, en principio, provisional, pero sus buenas actuaciones propiciaron que ya no volviera a jugar más de ariete. Al final se convirtió en una pieza vital de aque lequipo. Tal era su peso específico que en algunos partidos, cuando el marcador estaba en contra y faltaban pocos minutos para el final, el entrenador le hacía jugar de líbero, llegando a marcar en más de una ocasión algún gol de los lla mados "salvadores" Es evidente que, esa pequeña concesión de su entrenador, no satisfacía sus inquietudes se aburría jugando bajo los palos e incluso en un primer momento, se negó a seguir actuando de guardameta. Joan Escoda confesaría que "hubo una problemática con él y su padre por este tema, pero les dijo que mientras él fuera el responsable de los equipos del Ciutat Badia, Carlos seguiría actuando de guardameta, y es que, sencillamente le auguraba un magnífico porvenir”.