Enric Llaudet, qunque había conseguido enderezar la economía blaugrana, había fracasado en su intento de hacer un equipo campeón. En sus dos periodos presidenciales, solo habían conseguido una Copa del Generalísimo y una Copa de Ferias, un balance basatnte triste. A pesar de la voluntad, la tenacidad y el entusiasmo de Llaudet no había habido compensanción en cuantos a los resultados.
Al término de la campaña 1966/67, el Presidente estaba en una situación de lo más comprometida. Debía buscar nuevas salidas. Decidió crear un , Consejo Consultivo, una especie de Senado del que formarían parte las personalidades más representativas de la entidad. Y se decidió la contratación de un secretario técnico y para ello se ficho al argentino: Casildo Osés
Este último hecho desató una crisis importante por que el nombramiento no cayó nada bien en algunos sectores del club. El nuevo Consejo Consultivo en su primera reunión tuvo varias dimisiones, entre ellas la de Nicolau Casaus, personaje que ya tenía una gran importancia dentro del barcelonismo y que ya había sido vetado varias veces para dirigir el club por su talante antifranquista y democrático
Asi la cosas estalló "la bomba", Oses viendo que no gozaba de las simpatias del barcelonismo, se destapó con unas declariones que hicieron estallar el mundo azulgrana: Osés declaraba:"Mi gran pecado es no ser catalan. Tanto que casi pienso que antes de ir a Catalunya tendré que pasar por el Santo Padre para que me excomulgue por no ser catalan. Parece que alli hay discriminaciones. Asi como hay locos y cuerdos, hay catalanes y no catalanes"
Es evidente que estas palabras provocaron una reacción de toda la afición blaugrana. Si ya Catalunya estaba bastante vilipendiada por todos aquellos símbolos oscuros del franquismo, que ahora un personaje que no conocía la situación pudiera hablar de esa guisa... Es evidente que la Junta Directiva actuo con celeridad y revocaria el nombramiento de Osés. Este acto fue aplaudido por todo el barcelonismo sin excepción
Pero también es verdad que dejo "herido de muerte" a Llaudet y que se estaba preparando la hora del cambio