Mundo Deportivo
Javier Espinosa, ex jugador del Barça B y que pronto se convertirá en jugador del Valencia, explicó ayer su decepción con el Barça. “Me ofrecieron renovar por dos temporadas con el Barça B, pero en ningún caso me ofrecían subir al primer equipo. No sé por qué me ofrecieron esto porque sabían que yo estaba preparado para más y que la rechazaría. Me decepcionaron un poco, pero ellos mandan”, explicó en 'weloba.cat'
Deberias hacer un examen de conciencia y pensar si no fuiste tú el que decepcionó a Eusebio, estas dos últimas temporadas en el Barça B... Al primer equipo suben los que se lo ganan, tanto si son cedidos para luego recuperarlos, como traspasados con derecho de recompra. En cualquier caso, hay que demostrar lo que uno vale, no so en los partidos, sino en el día a día.
En el primer equipo no cabe todo el mundo, es así de sencillo. Este es el problema de presumir de apostar por la cantera: que se te suben a las barbas. Ahora todo los chavales mínimamente buenos se creen sobradamente capacitados para ser titulares en el primer equipo. Y si no logran su objetivo, rajan. Un poco más de humildad, por favor, menos soberbia que se empieza siempre por abajo y para conseguir llegar lejos hay que currárselo mucho.
Javier Espinosa, ex jugador del Barça B y que pronto se convertirá en jugador del Valencia, explicó ayer su decepción con el Barça. “Me ofrecieron renovar por dos temporadas con el Barça B, pero en ningún caso me ofrecían subir al primer equipo. No sé por qué me ofrecieron esto porque sabían que yo estaba preparado para más y que la rechazaría. Me decepcionaron un poco, pero ellos mandan”, explicó en 'weloba.cat'
Deberias hacer un examen de conciencia y pensar si no fuiste tú el que decepcionó a Eusebio, estas dos últimas temporadas en el Barça B... Al primer equipo suben los que se lo ganan, tanto si son cedidos para luego recuperarlos, como traspasados con derecho de recompra. En cualquier caso, hay que demostrar lo que uno vale, no so en los partidos, sino en el día a día.
En el primer equipo no cabe todo el mundo, es así de sencillo. Este es el problema de presumir de apostar por la cantera: que se te suben a las barbas. Ahora todo los chavales mínimamente buenos se creen sobradamente capacitados para ser titulares en el primer equipo. Y si no logran su objetivo, rajan. Un poco más de humildad, por favor, menos soberbia que se empieza siempre por abajo y para conseguir llegar lejos hay que currárselo mucho.