divendres, 26 de setembre del 2014

Cap. 1263: Anecdotas de Romario

FC Barcelona vs Real Sociedad, 5 de septiembre de 1993.       

- "Romario da Souza Faria aguardaba en el viejo túnel de vestuarios del Camp Nou su estreno oficial con el Barcelona. Zubizarreta, el portero al que Romario llamaba de usted, siempre atento y protector, le buscó y le encontró. Como siempre, estaba el último en la fila, camino del campo, para enfrentarse a la Real Sociedad el 5 de septiembre de 1993 en el primer partido de la Liga. Se acercó el veterano al debutante para hablarle de Alberto, el guardameta rival:
"Va bien en el uno contra uno. Le gusta salir. Es así y asá", le explicó tratando de prevenirle.
Romario, gordito, menudo, levantó su cara morena, le miró con sus ojos inyectados en sangre y le preguntó desafiante:
"¿Me va a enseñar usted a meter goles?".
Aquella tarde metió tres. En aquella Liga, 30, los que prometió al llegar".

Romario un marido "fiel"

Los primeros desplazamientos del brasileño con el Barça fueron un modelo de buen gusto. Romario siempre se sentaba con el ya fallecido vicepresidente Nicolau Casaus y ambos filosofaban sobre la vida. Un día, de camino al aeropuerto, pasó por delante del bus una señora tan estupenda que interrumpió la conversación entre crack y directivo.

- "Menuda señora!!!" - dijo Casaus.
- "Si, pero yo sólo voy con la mía"- replicó Romario.

Nicolau Casaus, explicaba que ya nadie le podía tomar el pelo puesto que ya no le quedaba.

Epoca del Dream Team de Cruyff

Romario le pidió a Cruyff permiso para adelantar sus vacaciones unos días antes que el resto del equipo para poder viajar a Brasil (el vuelo salía apenas 1 hora después del partido). Cruyff le responde que si marca 2 goles le dejará irse.
En el minuto 20 de partido Romario marca su segundo gol y hace un gesto hacia el banquillo recordando al "Flaco" su promesa. Romario es substituido al descanso y se marcha directo al aeropuerto

Sexo.

Aceptando que una de sus debilidades son las mujeres, confesó que no se quedó con las ganas de mantener relaciones sexuales en el Maracaná:
"Una vez, después de un partido, tuve que quedarme para la prueba antidopaje, y vino una novia que tenía en la época. Se habían ido todos, sólo quedaba un funcionario en la puerta del vestuario y entonces aprovechamos".

Sus escapadas en las concentraciones

Ni siquiera en la que fue su gran cita, Romario pudo escaparse de su propia leyenda. Años más tarde, reconoció que un par de noches se escapó de la concentración para salir de noche. “Nadie se dio cuenta, ni siquiera yo”, bromeó después.

El detective
Se cuenta que el Barça le puso un detective y que Romario lo invitó a una copa: "Esta ronda te la pago yo, que te va a costar un riñón la noche"

Con Quique Estebaranz
Su compañero en el Barça, Quique Estebaranz, cuenta que durante un partido, se pegó una carrera de muerte y, al ir a centrar, no vio a Romario en el área.
- "Romi, corre un poco más, joder", le gritó.
Romario se le acercó:
- "Corre tú, que para eso te pagan. Yo cobro por meter goles, no por correr


 

Cap. 1262: Frases de Romario

- "Si no salgo de noche, no meto goles"
- "El día que nací, Dios posó sus ojos en mí y dijo: 'Este es el tipo'".
- "Soy ciento por ciento infiel. Me defino como un mujeriego y, en mi apogeo de promiscuidad, llegué a acostarme con tres mujeres el mismo día"
- "El fútbol es lo que más me gusta… después del sexo".
- "Las chicas no se me dan bien",
- "Yo llevaba mujeres a las concentraciones porque si no se volvían realmente aburridas
- "¿No querían un salvador de la patria? ¿No necesitaban un héroe? ¡Pues ya lo tienen!" (Romario en su año de gloria, 1994).
- "Un jugador tiene pocos amigos, porque en fútbol no existe la amistad verdadera".
- "Quien es ruin se destruye solo" (frase dirigida a Vanderlei Luxemburgo, DT que no lo llamó para los Juegos Olímpicos de Sydney 2000).
- "Zico perdió tres Copas del Mundo como jugador y una como entrenador. Es un perdedor nato".
- "En Río de Janeiro tienen muchos reyes, pero Dios, sólo uno".
- "Yo no me muerdo la lengua, no me puedo quedar callado ante lo que me parece incorrecto. Para algunos eso es bueno y para otros no" (2001).
- "Luego de Pelé, estuvo Maradona. Y después de Maradona, llegué yo".
- "Años atrás algunos decían que estaba muerto para el fútbol. La respuesta está acá… Voy a ser el segundo en alcanzar los 1000 goles".
- "Soy como el dinero. En el fondo, todos me quieren un poco".
- "Soy como cualquier brasileño: me gustan las mujeres, salir y divertirme. Por eso el pueblo se identifica conmigo. La noche fue siempre mi amiga, si salgo estoy contento y marco goles".

Romario contra Messi:
- "Primero, tiene que ser Maradona, luego, llegar a ser a un Romario y recién después a Pelé".
" - No hay comparación con Pelé, y esto no se limita al caso de Messi. Un jugador que no conquistó un título mundial con la camiseta de su país no puede ser comparado al mejor de todos, que es Pelé".

Cap. 1261: Messi y Pique queman un ciclomotor

El utillero más joven del primer equipo, Gabi Galán, llegaba cada día a la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí montado en un ciclomotor cochambroso, que casi se caía a trozos y que para colmo hacía un ruido ensordecedor porque tenía el tubo de escape totalmente oxidado. Durante un tiempo, varios jugadores ya le amenazaron con que le iban a "quemar" esa motocicleta porque se saltaba todas las normativas habidas y por haber, pero el utillero hacía caso omiso a las amenazas de los futbolistas. Hasta que un día, cuando fue a recoger su moto se encontró con que no estaba en su sitio. Al principio pensó que la habían cogido y colocado en otro lugar, pero tras mucho buscar, y ayudado por los miembros de seguridad del club, descubrió que estaba dentro de un container y que para colmo le habían prendido fuego dejándola inservible.

Nos podemos imaginar que el enfado de Gabi fue monumental. Y más cuando le contaron que los responsables de coger su ciclomotor y lanzarlo a la basura fueron Leo Messi y Gerard Piqué. Aquel día, el joven utillero tuvo que volver a casa en trasporte público, maldiciendo a los autores de semejante desaguisado.
Gabi tenía previsto cantarles las cuarenta a los dos jugadores al día siguiente antes del entrenamiento, pero el utillero se quedó de piedra cuando al llegar a la Ciutat Esportiva se encontró aparcada una moto nueva, flamante y radiante, como compensación. Así pues, la broma pesada acabó siendo toda una bendición.