dimarts, 5 d’abril del 2022

Cap. 10573: 50 victorias en 50 partidos

El 2 de abril de 2022, el partido contra el Villarreal CF no era un encuentro cualquiera para el equipo femenino blaugrana: era el número 50 en el Estadio Johan Cruyff. Y, pese al sufrimiento por el gol inicial de Salma Paralluelo, terminaba como los precedentes: Con fiesta blaugrana para celebrar un nuevo triunfo: el 50º en 50 partidos para un equipo que suele ser una máquina goleadora inalcanzable para sus rivales.
El submarino amarillo, pese a adelantarse en el marcador, tampoco se escapaba de esta mecánica implacable: el equipo blaugrana ha anotado 266 goles en los partidos que ha jugado en el segundo estadio blaugrana, y sólo ha encajado 19. Esto promedia superior a los 5,3 goles marcados por partido. Una buena forma de estar a la altura del nombre del estadio.

FC Barcelona - Villarreal CF 6-1
Barcelona: Gemma, Marta, Paredes (María Pérez), Pereira (Mapi León), Melanie (Claudia Pina), Aitana, Engen, Alexia (Jenni Hermoso), Graham (Ona Baradad), Crnogorcevic, Leila.
Villarreal: Elena de Toro, Olivia, F. Lara, Y. Giménez, Lara Mata, Soldevila (Pinel), Estefa, Cienfu (Zaira) , Bea Prades (Ainoa), Paralluelo (Medina), Belén (Nerea).
Goles: 0-1 Paralluelo, 1-1 Claudia Pina, 2-1 Claudia Pina, 3-1 Crnogorcevic, 4-1 Claudia Pina, 5-1, Engen, 6-1 Graham


 

Cap. 10572: El Barça de los mil pases [II]

Aunque Luis Enrique quiso quitarle importancia, el blaugrana se convirtía en el equipo que más pases había hecho en un solo partido en la historia de la Champions League, superando un récord establecido en la temporada 2003/04. Esa temporada, el conjunto blaugrana no había superado los 853 pases, llevados a cabo en otro partido europeo en el Camp Nou ante el Celtic de Glasgow, dejando una media de 650 pases por partido, lejos de estas 1.010. De hecho, los últimos seis partidos antes del partido de la Champions, los más debatidos de la era de Luis Enrique, el Barça había sido una montaña rusa. Había pasado de los 791 pases ante el Málaga CF, en un partido sin velocidad de circulación ni fluidez, a las ínfimas 450 del enfrentamiento en Anoeta ante la Real Sociedad, donde el equipo vasco superó a los blaugrana con 489 pases. En el clásico del Camp Nou, el Barça no llegaba a los 600 pases (559), por lo que el Real Madrid pudo sentirse cómodo en terreno barcelonista.
Gerard Piqué fue muy claro después del clásico del pasado sábado:
- "Si recuperamos el estilo, somos un equipo imparable". [...] "Si tú tienes el balón, el rival no lo tiene", decía Johan Cruyff.


 

Cap. 10572: El Barça de los mil pases [I]

El 6 de diciembre de 2016, después de algunas semanas siendo criticado por la deriva del centro del campo y por el abandono del juego de posición, el equipo de Luis Enrique recuperaba las sensaciones enterradas en los últimos partidos y plasmaba sobre el césped del Camp Nou los conceptos básicos del fútbol que más éxito le habían dado al Barça en los últimos veinticinco años. Pasadas al primer toque, movilidad en todas las líneas, búsqueda de espacios liderada por los futbolistas de mayor talento, velocidad de circulación, precisión en la secuencia de desplazamientos. Todo un compendio de acciones bien realizadas que ponian en relieve la permanencia y recuerdo vivo de una identidad transformada desde el inicio de temporada. En total, el equipo blaugrana probó 1.010 pases de balón, de los que 993 terminaron con éxito. Un 91% de acierto para un equipo que quiso reivindicar la voluntad de reflotar el estilo, superando en esta estadística los datos del "Pepteam", que tenía una media de 700 pases por partido 


 

Cap. 10571: Juan Pablo Sorin Tellado

Nacio en Buenos Aires (Argentina), el 5 de mayo de 1976. Es un exfutbolista argentino. Se desempeñaba habitualmente como lateral por el sector izquierdo, aunque también ha jugado como mediocampista por la izquierda, segundo zaguero central o como doble volante central. Producto genuino de las categorías formativas de Argentinos Juniors, en donde debutó como profesional en un empate sin goles ante San Lorenzo de Almagro el 9 de septiembre de 1994. Disputó 21 partidos y convirtió un tanto en el club de La Paternal.​ Al año siguiente fue transferido a la Juventus de la Serie A de Italia, en donde casi no tuvo oportunidades para jugar, disputando apenas cuatro encuentros.

En 1996 es cedido al Club Atlético River Plate, donde fue titular indiscutido. Allí ganó tres Torneos Apertura (1996, 1997 y 1999), un Clausura (1997), una Copa Libertadores de América en 1996 y una Supercopa Sudamericana en 1997. En 2000 fichó por Cruzeiro de la Serie A de Brasil. Con este equipo jugó tres temporadas, ganando una Copa de Brasil (2000), dos Copas Sul-Minas (2001 y 2002) y un Supercampeonato Mineiro (2002). Tras una temporada y media en la Lazio, fue adquirido por el FC Barcelona en el mercado de invierno. Con este equipo debuta en la Primera división española el 9 de febrero de 2003 en el empate por 2 a 2 contra el Athletic Club.

En el verano de 2003 se marcha cedido al París Saint-Germain, con el que gana una Copa de Francia y donde fue elegido jugador más valioso de la temporada, luego de ganar en varias ocasiones el premio de Mejor Jugador del Mes. Sorin guarda una marca única en la historia del club francés: nunca perdió con la camiseta del PSG en las 30 ocasiones que jugó por lo que es llamado hasta la actualidad como "porte-bonheur" o portador de suerte en español. En 2004 retornó a Cruzeiro, para después fichar por el Villarreal donde cumplió un papel fundamental para la clasificación por primera vez en la historia del club, a la UEFA Champions League. En esa misma temporada, junto a figuras internacionales como Riquelme o Forlán, consiguieron alcanzar las semifinales, siendo eliminados por el Arsenal de Inglaterra. En el 2006 es contratado por el Hamburgo SV de Alemania, en donde tuvo un buen comienzo, pero sufrió una importante lesión de rodilla.2​ En 2008 volvió otra vez a Brasil y al Cruzeiro, ganando un Campeonato Mineiro en 2009, que sería su último título. Como jugador siempre se destacó por su estilo técnico, su entrega física y principalmente por su fidelidad a las camisetas de los equipos a los que representó. Fue elegido líder por técnicos y aficionados y respetado por los adversarios. Con una sólida carrera conquistó, junto con el éxito, una credibilidad pública que avala sus acciones en otros ámbitos más allá del fútbol, garantizando una repercusión siempre positiva en cualquier lugar del mundo.