Joan Poqui (Mundo Deportivo)
Pocas veces se ha equivocado tanto José Mourinho como al insinuar que Guardiola es como él. Nada más lejos de la realidad, aunque se llamen casi igual. Lo expresó ayer a la perfección el técnico barcelonista: los dos persiguen el mismo objetivo, pero los caminos para llegar a él no pueden ser más opuestos.
Y Mourinho lo sabe, porque fue él quien decidió en su día cerrarse para siempre las puertas del Camp Nou y transitar por una senda tan opuesta a la de Guardiola como la que ha tomado.
Él mismo decidió –tal vez por despecho, quién sabe– comportarse como un villano y dar la espalda a los valores del Barça, que tan bien conoce. Esos valores, básicamente, se resumen en una premisa bien simple, pero enaltecedora: no vale todo para ganar. Para Mou, sí. Es la mayor diferencia, pero hay muchas.
Mourinho, por ejemplo, espera a los árbitros en los aparcamientos. Pep se limita a saludarlos. ¡Pobre de él que se pase de ahí! Ya se demostró cuando acusó a uno de ellos de mentir. A pesar de que las imágenes de televisión demostraron que Guardiola llevaba razón, se le cayó el pelo. Y así ha quedado desde entonces.
En cambio, es de lo más cariñoso con sus colegas de profesión, a los que respeta y elogia. Mourinho, a veces, les mete un dedo en el ojo. Otras veces, como a Wenger, les llama 'voyeurs'. De vez en cuando los compara con asnos –Jesualdo Ferreira– o insinúa que sus equipos contra el Barça no rinden, como hizo miserablemente con Preciado. O saca pecho ante un colega al que sucedió en un banquillo (Pellegrini).
Otra diferencia es que los medios de comunicación españoles no sólo toleran sino que aplauden que Mourinho lea listas de supuestos errores arbitrales tras un partido. Y lo equiparan a que Pep pronuncie frases del tipo "la Champions es una competición limpia". ¡Caray, qué exabrupto!
Guardiola felicitó al Madrid tras su triunfo en la final de Copa de Mestalla. Mourinho dijo que le daría vergüenza ganar títulos como los del Barça. ¡Él, que para ganar su Champions con el Inter tuvo que atracar a su Chelsea querido en octavos y recurrir a su amigo Benquerença en semifinales!
Mourinho es un maleducado y presume de serlo. Guardiola intenta ser todo lo contrario y, sí, es cierto, exagera. Pues mejor que ser un gamberro y sacar pecho. Después de todo, Guardiola siempre da la cara, mientras Mourinho siempre se rodea de guardaespaldas como Silvino Louro, ex suplente de Vítor Baía en el Oporto, o el tal Faria.
Él, escondidito cuando hay follón o mandando a Karanka a la sala de prensa (Guardiola da la cara un mínimo de dos veces por semana). Ambos conocieron a Sir Bobby Robson. Mou se valió de él y después ni siquiera fue a su funeral. Pep no comulgó con su fútbol, pero le respetó. Si hoy viese el comportamiento de uno y otro, Sir Bobby se arrepentiría de haber dado todo lo que dio a Mourinho.
Y tú ¿qué diferencias encuentras entre Mourinho y Guardiola?
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Comparar a Pep con Llourinho es como querer comparar a un SEÑOR con un "Ultra Sur" de aquellos que presumen de sus hazañas y de sus trofeos ganados ilicitamente. A día de hoy, Pep no ha tenido que agredir a nadie y luego salir en la rueda de prensa, no reconociendo los hechos e insultando a su compañero de profesión, que encima de que es agredido. Por lo visto debe agradecerle a Llourinho, que le haya agredido.
Otra diferencia es que Pep, no tiene que utilizar a un "Macario", un "Monchito" o un "Rockefeller" para que en los momentos más delicados, tenga que salir a las rueda de prensa, con el discurso aprendido de memoria y si apartarse dle guin, ni una coma.
Es verdad que ambos conocieron en su día a Bobby Robson (qepd), pero el mismo Robson después de sufrir la "cama" que le hizo Llourinho, dijo que el tiempo pondria el señorio de cada uno en su sitio. Cuanta razón tenía, el "señorio" de Llourinho esta en un container de la basura, no lo conoce. Se cree "Dios" y no llega a ser un simple "traductor". Este año, este ¿señor?, no ha salido a una rueda de prensa con una lista de árbitros que según el le hayan perjudicaco, pero siguiendo su discurso... los aficionados esperamos que un día salga con una lista (que sera enorme) de esos arbitrajes que le han beneficiado esta temporada...
Otra cosa que los separa, es que Pep no tiene que comportarse como un "macarra barriobajero" y esperar un árbitro a que salga del vestuario, para diriguirse al coche... Para faltarle el respeto, pero aqui la culpa es del árbitro por no tener cojones y poner un anexo en el acta, donde quedara reflejada la ¿educación? de este "traductor"
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