Secretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense (1977), vicario general de la archidiócesis de Barcelona (1979), obispo auxiliar (1989) y obispo de Tortosa (1991), en 1997 fue nombrado arzobispo de Tarragona. En 1996 empezó a ejercer de consultor del Pontificio Consejo para los Laicos. Desde 1990 hasta 2002 fue presidente de la Junta Episcopal de Asuntos Jurídicos de la Conferencia Episcopal Española. La Conferencia Episcopal Tarraconense la eligió vicegran canciller de la Facultad de Teología de Catalunya y presidente del Centro de Estudios Pastorales. En junio de 2004 fue nombrado arzobispo metropolitano de Barcelona, justo cuando la archidiócesis fue desmembrada, en sustitución de Ricard Maria Carles. En marzo de 2005 entró a formar parte del comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española, cargo en el que cesó en marzo de 2011, al cumplirse los dos mandatos prescriptivos. En noviembre de 2007 fue nombrado cardenal por el papa Benedicto XVI. En abril de 2012, al cumplir los 75 años, presentó al Papa Benedicto XVI la renuncia al arzobispado, de acuerdo con la norma fijada por el Código del derecho canónico, pero no fue hasta noviembre de 2015 que el papa Francisco designó a su sucesor, Joan Josep Omella.
Ha publicado El derecho de asociación en la Iglesia (1967) y Las asociaciones de fieles (1986). En abril de 2013 le fue concedida la Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya, en reconocimiento a su contribución decisiva en la visita del papa emérito Benedicto XVI a Catalunya (noviembre de 2010), durante la cual consagró la basílica de la Sagrada Família, y también por la labor asistencial a los más desfavorecidos a través de la organización Caritas. En noviembre de 2015 ingresó en la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Catalunya.
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