Era un hecho, en la asamblea del 16 de octubre de 2010, Sandro Rosell divididía al barcelonismo, después de que la Asamblea de Compromisarios decidiera llevar a los juzgados a Joan Laporta y a su anterior junta directiva. Jamás en la história del club, un presidente había pedido responsabilidades a una anterior junta por cerrar el ejercicio económico con deudas. Los 1.093 compromisarios presentes en el momento de la votación vivieron la decisión social "más importante en la historia del club", según Rosell, y decidieron con 468 votos a favor, 439 en contra y 113 en blanco, entre ellos el del propio presidente, que el club demande a Joan Laporta y sus últimos compañeros de Junta. Sorprende que Sandro Rosell que había presentado esa propuesta, a la hora de la verdad se abstuviera. Lo sorprendente es que las perdidas venían de la Junta de Gaspart de 2002/03 y que Joan Laporta y su vicepresidente deportivo: Sandro Rosell aprobaron. Tal vez por eso el voto blanco, por si le salpicaba este teje maneje de su Junta
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