Entre las reformas que tuvo que realizar el FC Barcelona con motivo del
Mundial España'82, se encontraba las de la "llotja" presidencial que
adquirio una nueva fisonomía y cuyo acceso quedó completamente aislado del contacto
popular, a diferencia que había sucedido desde su inaguración en 1957,
cuando las autoridades se abrian paso entre los aficionados. En julio de
1982, una vez finalizado el Mundial, el club creyó conveniente
conservar esa estructura vallada no con afán aislacinista, sino como deferencia a los invitados.
Al mismo tiempo, ello no impediría el normal desenvolvimiento de los
medios informativos en el descanso y al término de los encuentros.
Esta modificación en el palco presidencial se añadió a las realizadas en
vestuarios y salas de entrevistas, que quedarón comunicadas
directamente con la "llotja" a través de un ascensor y que permitirá
bajar a las personalidades a saludar a los jugadores con toda libertad
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