El 19 de noviembre de 1997, el director técnico del FC Barcelona, Louis van Gaal, decidió reunirse oficialmente, una vez a la semana, con todos sus ayudantes con un doble objetivo: no sólo intercambiar puntos de vista sobre la marcha del equipo sino también para planificar los días de trabajo de un modo concienzudo y con un máximo rigor.Van Gaal era un hombre muy dado a ese diálogo constante con todos los integrantes de la plantilla, ya fueran técnicos-ayudantes, jugadores, auxiliares e incluso los¡ directivos, y, de hecho, ya había empezó la semana anterior con Gerard Van der Lerm, Frank Hoek, Carles Rexach, José Mourinho y el preparador físico Paco Seirul·lo de como planificar los entrenamientos diarios. Otra de las nuevas normas fue que el preparador físico no viajaria a los desplazamientos con el primer equipo.
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