Durante la década de los años 10, el club acostumbraba a entregar
medallas acreditivas de campeón entre los futbolistas del club. Estas
medallas se entreaban cada año, durante la Asamblea de Socios. Desde la
Presidencia se iba nombrando a los jugadores uno a uno de los
distinguidos; como siempre pasa en estos casos, los asistentes aplaudian
según le caía más o menos simpático el premiado. Qué pasaría si eso
courriera hoy, daría grandes tertulias en los diarios actuales.
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