El 12 de octubre de 1978, el Barcelona comunicaba que renunciaba a jugar una gira por Argentina. Esta gira estaba prevista para el mes de noviembre aprovechando el paron en la liga debido al partido internacional ante Rumania. Lucien Muller (entrenador) consideraba que la gira no era beneficiosa por el viaje que se haría pesado a tener que cruzar el charco y por estar en condiciones de luchar por el título. La gira consistía en jugar tres partidos en las ciudades argentinas de Mendoza, Cordoba y Buenos Aires, que hubieran reportado al club 8 millones de ptas de beneficios
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