En el verano de 1973, el FC Barcelona seguía a Teofilo Cubilla, jugador del Club Centro Deportivo Municipal. Pero ese día parece que el jugador que se salió fue "Cholo" Sotil, con lo cual al finalizar el encuentro se fueron a casa del "Cholo" para hablar de sus condiciones para poder venir a Barcelona. jugué bien. Caundo llego a su casa y la muchacha que trabajaba con su familia le dijo:
- "Señor, hay cuatro gringos esperándolo".
- "¿Gringos?, pensó Sotil; aquí vienen indios, cholos, pero gringos, no..."
Evidentemente no eran "gringos". Eran el entrenador (Rinus Michles), el presidente (Agusti MOntal) y dos dirigentes más. Después de saludarlo, los hombres le confesaron que esa tarde habían estado en el estadio de Matute viendo el partido entre Alianza Lima y Deportivo Municipal siguiendo a Cubillas ("vinimos pensando contratar al 'Nene'"), pero a continuación reconocieron que se quedaron maravillados con las gambetas, la potencia, el desparpajo y ese freno intempestivo que sería la marca registrada de Sotil. Luego de ese largo preámbulo, le preguntaron si quería irse a la liga española. "El Cholo" les dijo que sí sin pensarlo, sin saber siquiera en qué equipo jugaría exactamente. Firmaron unos papeles, le pagaron al Municipal por la transferencia del atacante y dos días después el peruano abordó el avión rumbo a su destino
- "Señor, hay cuatro gringos esperándolo".
- "¿Gringos?, pensó Sotil; aquí vienen indios, cholos, pero gringos, no..."
Evidentemente no eran "gringos". Eran el entrenador (Rinus Michles), el presidente (Agusti MOntal) y dos dirigentes más. Después de saludarlo, los hombres le confesaron que esa tarde habían estado en el estadio de Matute viendo el partido entre Alianza Lima y Deportivo Municipal siguiendo a Cubillas ("vinimos pensando contratar al 'Nene'"), pero a continuación reconocieron que se quedaron maravillados con las gambetas, la potencia, el desparpajo y ese freno intempestivo que sería la marca registrada de Sotil. Luego de ese largo preámbulo, le preguntaron si quería irse a la liga española. "El Cholo" les dijo que sí sin pensarlo, sin saber siquiera en qué equipo jugaría exactamente. Firmaron unos papeles, le pagaron al Municipal por la transferencia del atacante y dos días después el peruano abordó el avión rumbo a su destino
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