El 17 de julio de 1996, Ronaldo Luis Nazario era considerado en aquellos
momentos como el sucesor de Romario. El FC Barcelona sudó sangre para
alcanzar un acuerdo con el brasileño, uno de los jugadores que marcaban
la diferencia sobre un terreno de juego, tal y como había demostrado en
las filas del PSV Eindhoven y en selecciones menores de Brasil. La
contratación tuvo lugar en Miami (Estados Unidos), donde la selección
olímpica de Brasil se había concentrado para jugar los JJ.OO. de Atlanta
de ese año. No sentó nada bien que el emisario del Barça para cerrar la
operación, Joan Gaspart, irrumpiera en el cuartel general de la
canarinha y distrajera a la figura del equipo. En cualquier caso, logró
su cometido y Ronaldo firmó por 8 temporadas con opción a otras dos, con
una ficha anual de 2 millones de dólares y una cláusula de 4.000
millones de pesetas. - "Quiero hacer historia en el Barcelona, soy muy feliz", fueron sus primeras palabras”.
Gaspart, pese al desembolso que hacía el club, tenía muy claro que:
- "...el dinero debe estar en el campo, no en el banco... ni tampoco en la basura".
Dijo también que, cerrado el fichaje, le había "hecho un favor" al jugador, que ahora podría concentrarse en los Juegos. Josep Lluis Núñez (presidente dle club), obviamente, fue el primero en tener conocimiento del resultado de la negociación y, durante la rueda de prensa que estaba celebrando para presentar por segunda vez a Stoichkov, tras su paso por el Parma, soltó el notición:
- "Lo de Ronaldo está hecho".
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