El 20 de enero de 2004, el club decidía multar a Patrick Kluivert por
retraso en el entrenamiento matinal del día anterior. Esa sancion se
especulaba que le costaría una multa muy elevada, pero que esta no
podría superar los seis mil euros, el máximo que establecía la legalidad
según la AFE, aunque sí aproximarse a esta cifra. El club decidio no
abrir expediente al jugador pero sí someterle a un severo castigo
económico para que sirviera de ejemplo al resto de la plantilla y en
base también a la reincidencia del holandés a llegar tarde a los
entrenamientos cada día. El delantero llegó a la sesión en el campo de
La Masia con media hora de retraso. Algunas fuentes procedentes del
cuerpo técnico y del propio vestuario confirmaron a los medios, que la
razón de su retraso se debió exclusivamente a problemas de tráfico y que
en ningún caso apareció el jugador bajo efectos sospechosos o en malas
condiciones, como se informó en un principio desde algunos medios
televisivos nacionales. Es por eso que Patrick debía someterse a las
normativas (que habian sido creadas en esa temporada) y desembolsar la
cantidad que se ceñía a las nuevas tarifas del denominado "régimen
interno", es decir, el que concierne tan sólo al vestuario. Hay que
señalar que dichas tarifas se habian endurecido ese año de forma muy
considerable y además se duplicarán en caso de repetirse el retraso
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