La recien estrenada Junta de Josep Lluis Núñez había dedicido recuperar
los amistosos navideños de anteriores temporadas. Para el 22 de
diciembre de 1978, se había programado un partido ante el
Kaiserslautern. Era un ensayo para un futuro torneo y fiesta para los
socios blaugranas, pero todo quedaba en agua de borrajas.A mediodía, la
Junta hacía publico que el partido internacional se aplazaria hasta una
nueva fecha más propicia. Las razones el frio y el aguanieve que ponía
en peligro la integridad física de los jugadores. Esto sorprendió a los
alemanes que estaban acostumbrados a jugar en ambientes aún más
dantescos. Posiblemente las razones fueran más económicas y sabían que
con esa climatología el partido estaba condenado al fracaso en cuanto a
la asistencia de público. El encuentro quedaba aplazado para el 28 de
marzo, siempre y cuando la climatologia lo permitiera
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