El 12 de agosto de 1943 llegaba a la Presidencia del FC Barcelona,
perteneciá a una familia de industriales catalanes, que había accedido a
la aristocracia por gracia del rey Alfonso XIII. Su abuelo había
fundado la empresa textil "La España Industrial SA". Gran aficionado al
deporte, impulsó la construcción de unas instalaciones deportivas junto
al recinto fabril de Hostafrancs destinadas al esparcimiento de sus
obreros, que incluían un campo de fútbol con capacidad para 5000
espectadores. Ello propició la creación, en 1934, de la Sección
Deportiva La España Industrial, equipo de fútbol que después de una
década participando en torneos para empresas se federó para competir
oficialmente. De Albert presidió el equipo durante los años 1940, antes
de dar el relevo a su hermano Carlos.
Ocupaba el puesto de otro aristócrata, el Marqués de la Mesa de Asta, que había renunciado al cargo tras una controvertida derrota por 11-1 en el Estadio de Chamartín. De Albert sólo se mantuvo un mes al frente del club; renunció el 20 de septiembre para asumir la vicepresidencia de la Federación Catalana de Fútbol. El general Moscardó, Delegado Nacional de Deportes, le obligó a cesar en el cargo y le dio la presidencia del club a José Vendrell, un coronel del ejército. Una maniobra política que dejaba al descubierto el mangoneo que había en la entidad barcelonista, completamente entregada a un poder que hacía y deshacía a su antojo.
Posteriormente, fruto de su vinculación a la SD La España Industrial y al FC Barcelona, impulsó un acuerdo de filiación entre ambas entidades, que permitió al modesto club fabril dar un notable salto cualitativo, alcanzando incluso la Primera División en 1956 con el nombre de CD Condal.
Ocupaba el puesto de otro aristócrata, el Marqués de la Mesa de Asta, que había renunciado al cargo tras una controvertida derrota por 11-1 en el Estadio de Chamartín. De Albert sólo se mantuvo un mes al frente del club; renunció el 20 de septiembre para asumir la vicepresidencia de la Federación Catalana de Fútbol. El general Moscardó, Delegado Nacional de Deportes, le obligó a cesar en el cargo y le dio la presidencia del club a José Vendrell, un coronel del ejército. Una maniobra política que dejaba al descubierto el mangoneo que había en la entidad barcelonista, completamente entregada a un poder que hacía y deshacía a su antojo.
Posteriormente, fruto de su vinculación a la SD La España Industrial y al FC Barcelona, impulsó un acuerdo de filiación entre ambas entidades, que permitió al modesto club fabril dar un notable salto cualitativo, alcanzando incluso la Primera División en 1956 con el nombre de CD Condal.
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