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dilluns, 17 de novembre del 2014

Morir por unos colores

Jacobo Urso falleció en 1922 tras negarse a dejar el campo pese a estar herido

Urso, hijo de inmigrantes italianos nacido en Boedo, conoció al Padre Massa, el fundador de San Lorenzo de Almagro y empezó a jugar en la sexta división. En esas épocas en que no existía el profesionalismo en el fútbol argentino (surgió en 1931), Jacobo Urso era un típico centrocampista amateur. Y amateur refiere, en este caso, al que ama jugar y que sólo juega por amor. Como Urso.

Llegó a la Primera en 1916, jugando en una posición que se denominaba half izquierdo. A fines de 1922, su equipo jugaba contra Estudiantes de Buenos Aires y Jacobo estaba como half central por lesión de un compañero. Entregaba lo de siempre: garra, compromiso, velocidad.

Urso dejaba la vida en cada balón y, lamentablemente, nunca mejor utilizada esa frase. El héroe de esta historia tenía por entonces 23 años, amaba como nadie a esa camiseta azulgrana y fue a disputar una pelota con Comolli y Van Kammenade.

El impacto fue bestial y se oyó desde el Obelisco. Dos jugadores quedaron tendidos en el piso, Urso demoró en levantarse y, al hacerlo, escupió sangre. Le costaba respirar. No era para menos: tenía fracturada una costilla, que se le incrustó en el riñón.

Vale recordar, por entonces no existían los suplentes. Cuando el entrenador le ofreció abandonar la cancha y dejar al equipo con diez, Urso lo tomó como una ofensa. Se puso un pañuelo entre los dientes y siguió jugando el último de sus 107 partidos en San Lorenzo de manera tan heroica como suicida.

A los 30 del segundo tiempo, su físico no daba más y el pañuelo estaba bañado en sangre. Jacobo, con el último esfuerzo, llegó hasta el fondo de la cancha y mandó un centro con la zurda. Su hermano Antonio, delantero, cabeceó al gol. Jacobo Urso ni pudo festejarlo: quedó desplomado en el suelo.

Ganó San Lorenzo 1 a 0 y al centrocampista lo trasladaron de urgencia al hospital Ramos Mejía. Lo operaron dos veces. A las 18.30 del 6 de agosto de 1922, Jacobo Urso murió.