El meta chileno Claudio Bravo será azulgrana las próximas cuatro temporadas. Faltaba el acuerdo definitivo entre el Barça y la Real Sociedad, aunque ya estaban sentadas las bases, y ayer ambos clubs lo cerraron, por unos doce millones de euros.
El
OK entre ambos clubs ha habido que ajustarlo a las nuevas
circunstancias después de que Jonathan dos Santos se haya enrocado y se
haya negado a entrar en la operación para rebajar el precio. Aunque el
Barça y la Real cerraron ayer el acuerdo, falta redactar los documentos.
No se espera que en las próximas horas haya anuncio oficial del fichaje
por la cuestión del papeleo.
Las negociaciones por el meta chileno se encontraban hasta ayer en un 'impasse' en el que no se avanzaba a causa de la negativa de Jonathan dos Santos a entrar en la operación.
La previsión inicial del Barça era cerrar y anunciar oficialmente el fichaje de Bravo entre hoy y mañana, como explicó MD, pero se complicó de tal manera que incluso ayer, tras el España-Chile, en el que Bravo destacó, el meta guardó un prudente silencio al ser preguntado tras el choque en Maracaná.
Dos Santos se cierra en banda
A pesar de los esfuerzos del Barça por convencer al centrocampista mexicano, éste no ha querido ni oír hablar de ir a la Real Sociedad, al menos de momento. El Barça no descarta, sin embargo, que si el club vasco, que ya hace un año se interesó por él, insiste y es capaz de convencerle Dos Santos acabe jugando en Anoeta, pero en ese caso sería con unas condiciones desvinculadas de la operación Bravo que habría que negociar partiendo de cero.
La Real Sociedad había puesto sobre la mesa de las negociaciones otros nombres en los que estaría interesado, como Adama Traoré o el camerunés Dongou, aunque el club barcelonista no tiene en principio la idea de renunciar a estos dos futbolistas del filial, con los que cuenta Eusebio y a los que Luis Enrique también quiere tener cerca.
Claudio Bravo es un fichaje que llega reclamado especialmente por el técnico asturiano, no por desconfianza con Ter Stegan sino porque el nuevo entrenador quiere tener dos porteros ya consolidados, al margen de Masip, al que por cierto conoce perfectamente de su etapa en el Miniestadi.
Casi desde el primer momento hubo acuerdo con Bravo, aunque se discrepó con la Real en cuanto al precio. El portero chileno tiene una cláusula de rescisión de 30 millones. El Barça en ningún momento iba a acercarse a esa cantidad, pero la Real siempre interpretó que no podía pedir menos que los doce millones de Ter Stegen, por entender que Bravo es mejor. Finalmente hay acuerdo, pero no se espera que se firme ni hoy ni mañana salvo acelerón final.
Las negociaciones por el meta chileno se encontraban hasta ayer en un 'impasse' en el que no se avanzaba a causa de la negativa de Jonathan dos Santos a entrar en la operación.
La previsión inicial del Barça era cerrar y anunciar oficialmente el fichaje de Bravo entre hoy y mañana, como explicó MD, pero se complicó de tal manera que incluso ayer, tras el España-Chile, en el que Bravo destacó, el meta guardó un prudente silencio al ser preguntado tras el choque en Maracaná.
Dos Santos se cierra en banda
A pesar de los esfuerzos del Barça por convencer al centrocampista mexicano, éste no ha querido ni oír hablar de ir a la Real Sociedad, al menos de momento. El Barça no descarta, sin embargo, que si el club vasco, que ya hace un año se interesó por él, insiste y es capaz de convencerle Dos Santos acabe jugando en Anoeta, pero en ese caso sería con unas condiciones desvinculadas de la operación Bravo que habría que negociar partiendo de cero.
La Real Sociedad había puesto sobre la mesa de las negociaciones otros nombres en los que estaría interesado, como Adama Traoré o el camerunés Dongou, aunque el club barcelonista no tiene en principio la idea de renunciar a estos dos futbolistas del filial, con los que cuenta Eusebio y a los que Luis Enrique también quiere tener cerca.
Claudio Bravo es un fichaje que llega reclamado especialmente por el técnico asturiano, no por desconfianza con Ter Stegan sino porque el nuevo entrenador quiere tener dos porteros ya consolidados, al margen de Masip, al que por cierto conoce perfectamente de su etapa en el Miniestadi.
Casi desde el primer momento hubo acuerdo con Bravo, aunque se discrepó con la Real en cuanto al precio. El portero chileno tiene una cláusula de rescisión de 30 millones. El Barça en ningún momento iba a acercarse a esa cantidad, pero la Real siempre interpretó que no podía pedir menos que los doce millones de Ter Stegen, por entender que Bravo es mejor. Finalmente hay acuerdo, pero no se espera que se firme ni hoy ni mañana salvo acelerón final.
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