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David pudo con Goliath. El Llagostera, un modestísimo equipo de Girona de una población de sólo 9.000 habitantes escribió ayer con mayúsculas la página más gloriosa de su historia al conseguir lo que ni los más optimistas podían ni siquiera imaginar cuando empezó la temporada. El equipo azulgrana, que ya había hecho muchísimo más de lo que se le podía pedir proclamándose campeón de Segunda B, ha ido más allá, mucho más allá hasta conseguir un ascenso histórico a Segunda División A. Un ascenso forjado a base de trabajo y mucho sacrificio hasta el último segundo de la temporada. El partido de ayer ante el Nàstic, uno de los equipos más grandes del grupo y diseñado especialmente para ascender, fue el reflejo de lo que ha sido el Llagostera esta temporada y todas las anteriores. Igual que hiciera frente al Alavés, el equipo de Alsina remontó una eliminatoria complicada y acabó logrando su objetivo, esta vez llevándose el premio gordo.
El Nàstic llegaba a Llagostera con la ventaja de haber ganado 2-1 en la ida. Los primeros veinte minutos no tuvieron dueño y fueron un constante intercambio de golpes, más peligrosos, eso sí, los del equipo azulgrana. Al Nàstic le costaba adapratse al campo y tenía que obligarse a practicar un fútbol más directo, muy distinto al que está habituado. En el minuto 28 Eloy Gila adelantó a los suyos empujando el balón tras recoger un rechace del larguero. El gol espoleó a los locales y el propio Eloy Gila tuvo el segundo minutos después. El Nàstic sufría, pero lo pero estaba por llegar. En el 44’ el colegiado señaló un rigurosísimo penalty por manos de Pablo Marí (estaba de espaldas y con los brazos cruzados detrás) que Enric Pi lanzo fuera. Pero lo dicho, lo peor estaba por llegar. En el añadido, una falta al borde del área grana propició la expulsión de Xisco Campos y el segundo gol local tras un magistral lanzamiento de Jordi López.
Tras el descanso el Nàstic estuvo mejor. Los de Vicente Moreno, adaptados ya al campo, tomaron la iniciativa y fueron al por el partido. En el 54’ avisaron con un cabezazo al larguero de Xavi Molina y sólo tres minutos después Marcos igualaba la eliminatoria transformando un penalti cometido sobre él mismo. Con 2-1 se llegó a la próoroga y allí Nuha, que había entrado al campo en el 78’, sentenció de cabeza. El Nàstic buscó qa la desesperada el 3-2 que le hubiera dado el ascenso, pero el Llagostera se defendió con uñas y dientes y el Municipal estalló y fue invadido con el pitido final.
Inmensa la imagen que dio el equipo gironi, que lucho hasta la estenuación por ese sueño. Lastima de ese grupito de aficionados que dañaron la imagen del club y que puede costar una sanción económica a este modesto club.
No se puede agarrar de la camiseta a un jugador, ni lanzar balones desde la grada para parar el juego.
Ahora el Llagostera necesita un campo, donde los aficionados vayan conscientes para ver fútbol.
También se debe criticas a los aficionados del Nastic, que no tenían entrada y asaltaron el estadio para lanzar objetos a los jugadores y aficionados del Llagostera. Se debe saber ganar y perder... Y el equipo gironí ha sido el mejor a lo largo de la temporada y se lo merecía ¡¡¡Felicidades!!!
David pudo con Goliath. El Llagostera, un modestísimo equipo de Girona de una población de sólo 9.000 habitantes escribió ayer con mayúsculas la página más gloriosa de su historia al conseguir lo que ni los más optimistas podían ni siquiera imaginar cuando empezó la temporada. El equipo azulgrana, que ya había hecho muchísimo más de lo que se le podía pedir proclamándose campeón de Segunda B, ha ido más allá, mucho más allá hasta conseguir un ascenso histórico a Segunda División A. Un ascenso forjado a base de trabajo y mucho sacrificio hasta el último segundo de la temporada. El partido de ayer ante el Nàstic, uno de los equipos más grandes del grupo y diseñado especialmente para ascender, fue el reflejo de lo que ha sido el Llagostera esta temporada y todas las anteriores. Igual que hiciera frente al Alavés, el equipo de Alsina remontó una eliminatoria complicada y acabó logrando su objetivo, esta vez llevándose el premio gordo.
El Nàstic llegaba a Llagostera con la ventaja de haber ganado 2-1 en la ida. Los primeros veinte minutos no tuvieron dueño y fueron un constante intercambio de golpes, más peligrosos, eso sí, los del equipo azulgrana. Al Nàstic le costaba adapratse al campo y tenía que obligarse a practicar un fútbol más directo, muy distinto al que está habituado. En el minuto 28 Eloy Gila adelantó a los suyos empujando el balón tras recoger un rechace del larguero. El gol espoleó a los locales y el propio Eloy Gila tuvo el segundo minutos después. El Nàstic sufría, pero lo pero estaba por llegar. En el 44’ el colegiado señaló un rigurosísimo penalty por manos de Pablo Marí (estaba de espaldas y con los brazos cruzados detrás) que Enric Pi lanzo fuera. Pero lo dicho, lo peor estaba por llegar. En el añadido, una falta al borde del área grana propició la expulsión de Xisco Campos y el segundo gol local tras un magistral lanzamiento de Jordi López.
Tras el descanso el Nàstic estuvo mejor. Los de Vicente Moreno, adaptados ya al campo, tomaron la iniciativa y fueron al por el partido. En el 54’ avisaron con un cabezazo al larguero de Xavi Molina y sólo tres minutos después Marcos igualaba la eliminatoria transformando un penalti cometido sobre él mismo. Con 2-1 se llegó a la próoroga y allí Nuha, que había entrado al campo en el 78’, sentenció de cabeza. El Nàstic buscó qa la desesperada el 3-2 que le hubiera dado el ascenso, pero el Llagostera se defendió con uñas y dientes y el Municipal estalló y fue invadido con el pitido final.
Inmensa la imagen que dio el equipo gironi, que lucho hasta la estenuación por ese sueño. Lastima de ese grupito de aficionados que dañaron la imagen del club y que puede costar una sanción económica a este modesto club.
No se puede agarrar de la camiseta a un jugador, ni lanzar balones desde la grada para parar el juego.
Ahora el Llagostera necesita un campo, donde los aficionados vayan conscientes para ver fútbol.
También se debe criticas a los aficionados del Nastic, que no tenían entrada y asaltaron el estadio para lanzar objetos a los jugadores y aficionados del Llagostera. Se debe saber ganar y perder... Y el equipo gironí ha sido el mejor a lo largo de la temporada y se lo merecía ¡¡¡Felicidades!!!
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