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La llegada de Luis Enrique significará una revolución en muchos aspectos. Uno de ellos será en la morfología del vestuario para la próxima temporada. La disminución de miembros del staff será evidente después de la situación anómala vivida esta campaña con una saturación de efectivos en el equipo de trabajo del Tata Martino. Luis Enrique incorporará a su propios colaboradores, algunos de ellos con los que ya lo han acompañado a lo largo de su carrera en los banquillos.
Las circunstancias con las que aterriza Luis Enrique en el Camp Nou no tienen nada que ver con las de Martino. El argentino respetó a los colaboradores de Tito Vilanova y trató de confeccionar un staff cohesionado, pese a las distintas maneras de entender el trabajo y el fútbol. Esto provocó un ‘overbooking’ que en algunas situaciones ha resultado incómodo, pese al buen talante de todos para echar una mano. El asturiano cortará esta dinámica y contará con un staff mucho más reducido, de ayudantes de máxima confianza y que debe ser a priori más funcional.
Robert Moreno, quien le acompañó en su escapada desde Vigo a Barcelona, ha ido de su mano desde la etapa en el Barça. Entonces era el técnico que se situaba en la tribuna del Mini Estadi y transmitía las consignas tácticas al técnico a través de un pinganillo. Moreno se marchó con él a la Roma y también está en el Celta. El preparador físico Rafael Pol se añadió a su equipo en Roma y ha seguido en Vigo, donde se ha añadido Juan Carlos Unzué como segundo. En todos los viajes, y como pieza imprescindible, figura el psicólogo Joaquín Valdés.
Todo apunta a que estos cuatro efectivos le acompañarán y ocuparán las funciones de los actuales responsables. Los técnicos que llegaron con Tata Martino se irán: Elvio Paolorosso, Jorge Pautasso, Raúl Markovich y Adrián Coria. Por su parte, los preparadores que acaban contrato no tienen noticias del club sobre sus intenciones. Éste es el caso de Jordi Roura, Aureli Altimira, Álex García, Jordi Melero o Jaume Torres. El club debe decidir sobre su futuro, pero quiere dar buen trato a técnicos que han sido leales y, sobre todo, grandes profesionales. Otro caso es el de Rubi, quien llego este pasado verano, y firmó por un año y otro opcional. Éste segundo año de contrato está ahora mismo el aire.
Es lógico que con la llegada de un nuevo cuerpo técnico, este venga con sus hombres de confianza. No se puede hacer como la pasada temporada y tener muchos de esos puestos doblados, lo que significa que nunca sabes quien manda en el barco y quien es su segundo
Lo que no entiendo todavía es que aún no ha firmado, ya cierto sector del culerismo, lo esta crucificando y que prefieran un año más al Tata. Tiempo habra para ver como funciona el equipo con un entrenador que si cree en el sistema y ADN Barça, cosa que por ahora el Tata, sigue desconociendo como jugamos y a que. Cuando los jugadores casi en la primera jornada y despues de haber perdido la posesión en un partido, son capaces de levantarse contra él y él aceptarlo, demuestra que no vale como jefe y encima el domingo se le sube a la chepa, Tello. Ha hecho algo?... Si lo intentan con el Lucho, ni juegan más en el equipo
La llegada de Luis Enrique significará una revolución en muchos aspectos. Uno de ellos será en la morfología del vestuario para la próxima temporada. La disminución de miembros del staff será evidente después de la situación anómala vivida esta campaña con una saturación de efectivos en el equipo de trabajo del Tata Martino. Luis Enrique incorporará a su propios colaboradores, algunos de ellos con los que ya lo han acompañado a lo largo de su carrera en los banquillos.
Las circunstancias con las que aterriza Luis Enrique en el Camp Nou no tienen nada que ver con las de Martino. El argentino respetó a los colaboradores de Tito Vilanova y trató de confeccionar un staff cohesionado, pese a las distintas maneras de entender el trabajo y el fútbol. Esto provocó un ‘overbooking’ que en algunas situaciones ha resultado incómodo, pese al buen talante de todos para echar una mano. El asturiano cortará esta dinámica y contará con un staff mucho más reducido, de ayudantes de máxima confianza y que debe ser a priori más funcional.
Robert Moreno, quien le acompañó en su escapada desde Vigo a Barcelona, ha ido de su mano desde la etapa en el Barça. Entonces era el técnico que se situaba en la tribuna del Mini Estadi y transmitía las consignas tácticas al técnico a través de un pinganillo. Moreno se marchó con él a la Roma y también está en el Celta. El preparador físico Rafael Pol se añadió a su equipo en Roma y ha seguido en Vigo, donde se ha añadido Juan Carlos Unzué como segundo. En todos los viajes, y como pieza imprescindible, figura el psicólogo Joaquín Valdés.
Todo apunta a que estos cuatro efectivos le acompañarán y ocuparán las funciones de los actuales responsables. Los técnicos que llegaron con Tata Martino se irán: Elvio Paolorosso, Jorge Pautasso, Raúl Markovich y Adrián Coria. Por su parte, los preparadores que acaban contrato no tienen noticias del club sobre sus intenciones. Éste es el caso de Jordi Roura, Aureli Altimira, Álex García, Jordi Melero o Jaume Torres. El club debe decidir sobre su futuro, pero quiere dar buen trato a técnicos que han sido leales y, sobre todo, grandes profesionales. Otro caso es el de Rubi, quien llego este pasado verano, y firmó por un año y otro opcional. Éste segundo año de contrato está ahora mismo el aire.
Lo que no entiendo todavía es que aún no ha firmado, ya cierto sector del culerismo, lo esta crucificando y que prefieran un año más al Tata. Tiempo habra para ver como funciona el equipo con un entrenador que si cree en el sistema y ADN Barça, cosa que por ahora el Tata, sigue desconociendo como jugamos y a que. Cuando los jugadores casi en la primera jornada y despues de haber perdido la posesión en un partido, son capaces de levantarse contra él y él aceptarlo, demuestra que no vale como jefe y encima el domingo se le sube a la chepa, Tello. Ha hecho algo?... Si lo intentan con el Lucho, ni juegan más en el equipo
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