Mundo Deportivo
La eliminación incontestable ante el Atlético
en cuartos de final de la Champions League ha hecho aún más evidente y,
sobre todo, absolutamente inaplazable la necesidad de actuar en la
plantilla del Barça el próximo verano, incluso ante la hipótesis
plausible de que el equipo haga el doblete Copa-Liga.
Con la confianza de que el club obtenga pronto una suspensión cautelar de la sanción de la FIFA que le permita participar en el inmediato mercado de fichajes, en los órganos con poder de decisión de la entidad hay distintas sensibilidades en cuanto a la forma de encarar esa urgente renovación del vestuario.
Desde la dirección deportiva, con Andoni Zubizarreta a la cabeza, siempre se ha sido reacio a intervenir y nunca precisamente de forma drástica. Es más, el conservadurismo ha sido tan evidente que ni siquiera ha llegado el defensa central que Tito Vilanova pidió ya en verano de 2012.
De aquello va a hacer ya dos años y, ni siquiera con las reiteradas lesiones de Carles Puyol, se aprovechó el reciente mercado de invierno para traer a ese defensa que tan bien le hubiera ido al equipo en las actuales instancias de la competición.
Para el próximo curso incluso Zubizarreta está por la labor de que venga el central y, por exigencia del guión, un portero que sustituya a Víctor Valdés y que sería Marc André Ter Stegen. No esperen mucho más.
La sensibilidad más intervencionista sería la de la directiva, con el presidente Josep Maria Bartomeu al frente. El último resultado no hace más que consolidar la idea preexistente de que esta plantilla ya necesita algo más que retoques, una renovación más profunda cualitativa y cuantitativamente que estimule la competencia por la titularidad.
Hace un año, el fichaje de Neymar y, sobre todo, el obligado relevo técnico entre Tito Vilanova y el Tata Martino, que llegó con la voluntad de dar un voto de confianza a todo el plantel, pospuso la incorporación de algunos fichajes en losque meses antes se estaba trabajando.
Ahora, con la sensación cada vez más creciente de que Martino quiere acabar lo mejor que pueda la temporada antes de dejar de ser entrenador del Barça, lo que está claro es que la revolución pendiente debe dejar de ser pendiente.
Espero que el recurso, que se presenta hoy, ayude al Barcelona a conseguir que le levanten la sanción, lo veo difícil, el "corazon" de Blatter es muy blanco y ya ayudo a CR7 en este "Balon de Oro" que se merecía Ribery. Porque es cierto, que el Barça necesita una renovación y sin fichar... Lo tendriamos un poco más complicado el seguir luchando por esos títulos.
Yo reemplazaría a Zubizarreta por Van Gaal, gran conocedor del fútbol base y que apuesta verdaderamente por el y lo más importante, una persona con carácter que no se deja influenciar por nadie. Además su trabajo con los Puyol, Valdés, Iniesta, Xavi, etc. Lo avalan y es lo que buscamos para el próximo año
Con la confianza de que el club obtenga pronto una suspensión cautelar de la sanción de la FIFA que le permita participar en el inmediato mercado de fichajes, en los órganos con poder de decisión de la entidad hay distintas sensibilidades en cuanto a la forma de encarar esa urgente renovación del vestuario.
Desde la dirección deportiva, con Andoni Zubizarreta a la cabeza, siempre se ha sido reacio a intervenir y nunca precisamente de forma drástica. Es más, el conservadurismo ha sido tan evidente que ni siquiera ha llegado el defensa central que Tito Vilanova pidió ya en verano de 2012.
De aquello va a hacer ya dos años y, ni siquiera con las reiteradas lesiones de Carles Puyol, se aprovechó el reciente mercado de invierno para traer a ese defensa que tan bien le hubiera ido al equipo en las actuales instancias de la competición.
Para el próximo curso incluso Zubizarreta está por la labor de que venga el central y, por exigencia del guión, un portero que sustituya a Víctor Valdés y que sería Marc André Ter Stegen. No esperen mucho más.
La sensibilidad más intervencionista sería la de la directiva, con el presidente Josep Maria Bartomeu al frente. El último resultado no hace más que consolidar la idea preexistente de que esta plantilla ya necesita algo más que retoques, una renovación más profunda cualitativa y cuantitativamente que estimule la competencia por la titularidad.
Hace un año, el fichaje de Neymar y, sobre todo, el obligado relevo técnico entre Tito Vilanova y el Tata Martino, que llegó con la voluntad de dar un voto de confianza a todo el plantel, pospuso la incorporación de algunos fichajes en losque meses antes se estaba trabajando.
Ahora, con la sensación cada vez más creciente de que Martino quiere acabar lo mejor que pueda la temporada antes de dejar de ser entrenador del Barça, lo que está claro es que la revolución pendiente debe dejar de ser pendiente.
Yo reemplazaría a Zubizarreta por Van Gaal, gran conocedor del fútbol base y que apuesta verdaderamente por el y lo más importante, una persona con carácter que no se deja influenciar por nadie. Además su trabajo con los Puyol, Valdés, Iniesta, Xavi, etc. Lo avalan y es lo que buscamos para el próximo año
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